La organización profesional agraria APAG Extremadura Asaja ha abogado por "la unidad de acción" por parte de todas las comunidades de regantes de la región para "intentar solucionar el conflicto de la abusiva tarifa que se está aplicando a los regantes de la comunidad extremeña".

El presidente de APAG Extremadura Asaja, Bibiano Serrano, ha realizado esta petición en una rueda de prensa que ha ofrecido en Don Benito, y en la que ha exigido un recorte del gasto de los presupuestos de Confederación Hidrográfica del Guadiana "para que no continúe despilfarrando el dinero que luego tienen que pagar los agricultores extremeños".

Así, Bibiano Serrano ha aclarado que, aunque las cuatro comunidades de regantes de Orellana "tienen toda la razón en sus reivindicaciones por las elevadas subidas de los recibos del agua", por encima del 40 por ciento, "el problema es común a todas las comunidades de regantes de Extremadura".

Para ello, ha puesto como ejemplo que los afectados de las Vegas Bajas están pagando en la actualidad recibos por encima del 75 por ciento de media con respecto a los últimos años.

Por eso, Serrano ha pedido que el interlocutor válido en las comisiones creadas para intentar llegar a un acuerdo sea la Federación de Comunidades de Regantes (Ferguadiana). "Si continuamos cada uno por nuestro lado vamos a conseguir poco. No vamos a apoyar guerras particulares sino que abogamos porque todos vayamos en el mismo barco", ha aseverado.

"La guerra en solitario que han iniciado algunos tiene pocas probabilidades de éxito y, aunque tienen toda la razón, las posibilidades de éxito en la reivindicación serán menores que luchando todos juntos", ha señalado Serrano, quien ha recordado que las subidas se vienen produciendo desde el año 2004, aunque en el último ejercicio las alzas ya han sido "totalmente desproporcionadas".

Monstruo burocrático

Así, Serrano ha lamentado que la Confederación Hidrográfica del Guadiana se ha haya convertido "en un monstruo burocrático que no pueden pagar los regantes", y ha destacado que los costes de gestión de Presidencia desde el año 2005 al 2009 han subido un 162 por ciento, la comisaría de Agua ha subido un 444 por ciento, las direcciones técnicas un 240 por ciento y los gastos de Secretaría un 103 por ciento.

"Lo peor de todo es que no sabemos de dónde vienen estos gastos, injustificables, lo que se convierte en una auténtica tomadura de pelo inasumible para el sector", ha señalado Bibiano Serrano, quien además ha criticado que a los agricultores se les imputan también obras que no les corresponde pagar, como el arreglo de carreteras o caminos que usan todos los ciudadanos, reforestaciones "o que cada ingeniero de Confederación tenga a su disposición un chofer, lo que se convierte al final es un auténtico despilfarro burocrático a costa de los regantes extremeños".

De esta manera, Serrano ha pedido que CHG "no siga tirando con pólvora del rey y más en época de crisis, donde los agricultores son los primeros que se aprietan el cinturón" y ha recordado que los gastos de los regantes también han subido en los últimos tiempos por el aumento de los costes eléctricos, tras la liberación del sector y por la anulación del tratamiento especial que se otorgaba al sector y que el Ministerio de Agricultura se comprometió a mantener.

Además, son cada vez mayores los costes de producción, ha señalado el presidente de APAG Extremadura Asaja, quien ha apuntado que todo esto está produciendo que "miles de productores de regadío estén a punto de desaparecer".

DIMISIONES

Por otra parte, Bibiano Serrano se ha congratulado por la reunión de una comisión del pasado día 7 de abril con la presencia de la Secretaria General del Agua del Ministerio para realizar un estudio de las tarifas del agua para los próximos años.

De forma paralela, Bibiano Serrano ha vuelto a solicitar la dimisión de la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, y del presidente de Confederación Hidrográfica del Guadiana, Eduardo Alvarado, "por haberse comprometido a rebajar las tarifas del año pasado cuando sabían que no lo podían cumplir".

Por tanto ha apuntado que "o bien desconocían las claves del problema, por lo que deberían de dimitir o ser cesados por incompetentes, o bien si lo sabían lo que ocurrió es que engañaron a los agricultores porque ya era una cosa hecha y no había marcha atrás".