Sarkozy y Carla Bruni no quieren que los paparazzi les arruinen las vacaciones de Semana Santa. Para ello, el presidente francés ha impuesto, por decreto, una orden de exclusión aérea sobre su residencia de vacaciones de la Riviera francesa.

Los pilotos que vulneren la orden se enfrentarán a una multa de 40.000 euros y a una condena de hasta seis meses de prisión.

El área queda vedada a los vuelos a media y baja altura entre el 8 y el 26 de abril, por si la pareja decide prolongar su estancia en la zona de recreo.

Sin embargo, su apretada agenda no parece que vaya a permitirle estar mucho en Cap Négre. “A pesar de que los compromisos privados del presidente nunca se hacen públicos, puede estar seguro de que no cogerá más de un fin de semana largo o dos en Semana Santa, debido a las implicaciones actuales de Francia en el extranjero”, aseguró recientemente uno de sus asesores.

Hace un año, el presidente ya declaró zona de paso restringido a las playas de la Costa Azul francesa que rodean a la mansión de Cap Négre.