El acusado de intentar matar a su mujer dice que nunca ha sido consciente de la agresión y pide perdón

Su defensa alega que un taburete de cocina es "el elemento menos hábil para matar a nadie"

Un vecino del concejo de Siero acusado de intentar matar en 2009 a su mujer golpeándola reiteradamente con un taburete ha declarado en el juicio celebrado este jueves en la Audiencia Provincial de Oviedo que nunca ha sido consciente de dicha agresión y ha pedido perdón públicamente a la víctima. El caso ha quedado visto para sentencia.

La defensa, por su parte, ha alegado que la noche de autos su cliente padeció una crisis epiléptica que trastornó su conducta y que fue provocada por un pequeño tumor cerebral que el acusado tiene en el lóbulo parietal derecho.

En este sentido, ha insistido en que la mecánica del incidente fue "muy extraña" y ha asegurado que si el verdadero propósito del acusado hubiese sido acabar con la vida de su esposa no tendría por qué haber esperado a las seis de la mañana, ni haber utilizado un taburete. "Quizá el ataque epiléptico sea poco probable, pero si conectamos todas las piezas del puzzle es perfectamente posible, ¿Por qué no?", ha preguntado al tribunal.

Nueve años y medio de cárcel

Por su parte, tanto la acusación particular como el fiscal han elevado a definitivas sus conclusiones provisionales y han solicitado que se le condene a nueve años y medio de cárcel al considerar "plenamente probada" la agresión. "Le agredió para acabar con su vida y no lo consiguió porque la mujer pudo huir", ha señalado el representante del Ministerio Público.

Además, el fiscal ha expuesto que ninguno de los neurólogos ni psiquiatras del Hospital Universitario Central (HUCA) que han examinado en varias ocasiones al acusado desde la agresión han detectado epilepsia, una enfermedad, según el abogado de la acusación, "inexistente", de la que tampoco está siendo tratado en la actualidad.

En representación de la víctima, Gerardo Herrero ha pedido que los hechos sean calificados como dos delitos independientes de intento de homicidio y lesiones y ha elevado a 28.000 euros la indemnización solicitada para la mujer, que permanece en tratamiento psiquiátrico y a la que le restan varias cicatrices en la cara y el cuero cabelludo.

En su declaración ante el juez, la víctima ha recordado que desde hacía tiempo existían problemas en el matrimonio que les habían llevado a hablar de la separación.

Respecto a lo ocurrido en el domicilio, ha asegurado que, sin mediar palabra, su pareja la arrojó por una escalera de madera, le arrancó los dientes con la mano y "le abrió la cabeza con un taburete de madera maciza". Además, asegura que los golpes despertaron a la hija de la pareja -de tres años- que hoy, dos después, continúa preguntando "por qué había tanta pintura roja en casa".

Por su parte, el acusado ha negado haber agredido, insultado o faltado al respeto a su mujer y ha dicho que su comportamiento fue "siempre bueno con toda la familia".

En el transcurso de la vista los peritos han señalado que los movimientos involuntarios que la mujer reconoció en su marido horas antes de la agresión pudieron estar ocasionados por circunstancias ajenas a una supuesta epilepsia, que, en cualquier caso, hubiera provocado una amnesia "parcheada" y no total como la que refería el acusado. Además, han agregado que durante los exámenes clínicos su actitud, "de nula colaboración", "no era normal".

Entre otros testigos, un Guardia Civil que auxilió a la víctima ha recordado que minutos después de la agresión el acusado, sentado en un sofá del domicilio con la niña, respondía únicamente que le dolía la cabeza porque "se había caído por las escaleras".

Los hechos

Según la calificación del Ministerio Público consultada por Europa Press, sobre las 6.30 horas del 8 de octubre del citado año, el hombre se levantó de la cama del dormitorio que ambos compartían y cuando su mujer le siguió la empujó por las escaleras desde el piso superior hasta el inferior. Cuando la mujer se incorporó, bajó las escaleras y le metió los dedos en la boca. A continuación, la arrastró a la cocina donde le pegó reiteradamente con un taburete de madera en la cabeza "sin conseguir su propósito de ocasionarle la muerte", puesto que la víctima consiguió huir al domicilio de los vecinos.

Como consecuencia de la brutal agresión, la mujer sufrió heridas en el cuero cabelludo, erosiones, hematomas, fracturas de huesos nasales y pérdida de los cuatro incisivos superiores, entre otras, que le ocasionan un perjuicio moderado-alto y por las que estuvo un día hospitalizada y 96 impedida. Además, sufre secuelas como un trastorno neurótico por estrés y numerosas cicatrices.

Al parecer, según el fiscal, en el matrimonio existían problemas conyugales que les habían llevado a hablar de separación. No obstante el acusado había comentado que la mataría antes de aceptar "cierto tipo de actitudes". Ambos habían contraído matrimonio en 2001.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento