El encargado del club Eros, uno de los cinco locales de alterne investigados en Lugo en el marco de la 'Operación Carioca', presumía ante las mujeres que ejercían en el establecimiento la prostitución o acudían a él de haber sacado "muchas cartas de expulsión".

Así consta en la declaración de una de las testigo protegidas de las muchas recogidas en el sumario de la operación que investiga una supuesta trama de prostitución en la provincia de Lugo, al que ha tenido acceso Europa Press.

En uno de los casos, este proxeneta le dijo a una de las mujeres que le sacaba su tarjeta de expulsión, al tiempo que le preguntaba si conocía a alguna chica para poder "recomendarlas" para ir a trabajar al citado club, según la testigo.

Al día siguiente, siempre según el testimonio de la testigo, citó a la mujer para que le entregase la carta de expulsión y ésta le dio una fotocopia.

Ese mismo día, el encargado del Eros le mostró, según el testimonio, una carpeta con cinco o seis cartas más de expulsión y presumió, igualmente, de tener muchos amigos en Extranjería.

Sin violencia

En cuanto al club Las Sirenas, situado en Castro de Rei (Lugo), germen de la 'Operación Carioca Carioca', otra de las mujeres interrogadas atestiguó que por cliente no cobraba menos de 40 ó 50 euros por treinta minutos.

En su testimonio manifestó que "los jefes, ni nadie utilizan la violencia", que nadie la obligó a prostituirse, pero hizo especial hincapié en que no podía marcharse del club antes de las cinco de la mañana y si pretendía salir a las dos no la dejaban, según declaró.

Además, relató que a los quince días de estar allí, aparecieron tres policías, uno de ellos es uno de los principales implicados, el cabo de la Guardia Civil al que se refiere otra de las mujeres como "ése es el más jodido de Extranjería".