'Agentes' de la ley con riendas y herraduras en Madrid

  • 'Usted', 'Goloso' y 'Ministro' forman parte de una unidad de la Policía Nacional integrada por caballos de pura raza.
  • Acuden a todos los partidos de alto riesgo y se mueven por el Retiro.
  • "Un policía a caballo se siente mucho más seguro y es menos vulnerable".
Imagen de archivo de un caballo.
Imagen de archivo de un caballo.
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Imagen de archivo de un caballo.

Acuden a todos los partidos de alto riesgo y se mueven por el Retiro como Pedro por su casa. Usted, Goloso, Ministro, Jaranero..., y así hasta 70 caballos, casi todos de pura raza, forman la unidad especial de caballería de la Policía Nacional–ubicada en la Casa de Campo– e integrada por cerca de un centenar de policías con un denominador común: su pasión por los equinos.

"La relación entre el policía y su caballo es muy especial", confirma el inspector Alfonso Narváez, temporalmente al frente de una unidad. Para poder estar en esta patrulla "ninguno de los equinos puede estar lesionado y deben tener buen carácter", explica Narváez.

Recorrer la capital cabalgando es un privilegio al alcance de muy pocos. Lo saben bien los agentes de esta unidad, acostumbrados a peinar la Puerta del Sol y la calle Arenal a lomos de magníficos ejemplares o vigilando las plazas de España y Oriente, además de en el Retiro o en el Parque del Oeste.

Donde tampoco faltan es en las citas futbolísticas y en las inmediaciones del Bernabéu, sobre todo en los partidos de alto riesgo. "Un policía a caballo se siente mucho más seguro y es menos vulnerable", explican los miembros de esta unidad, acostumbrados a medirse con los elementos más radicales del fútbol madrileño.

Pero no solo en los estadios se agradece tener un equino "que meta el pecho" para disolver a las multitudes. Las redadas en poblados chabolistas como la Cañada son otras de las intervenciones donde "se agradece ir pertrechado a lomos de un caballo".

Protegiendo la Copa

Pero si hay alguna fecha para el recuerdo entre quienes se conocen la capital a trote de equino, esa es sin duda la del pasado 12 de julio. Ese día la ciudad de Madrid se echó a la calle para recibir a los flamantes ganadores de la Copa del Mundo. Y allí estuvieron, entre la multitud, Usted, Ministro, Jaranero y sus compañeros.

Ellos y la parafernalia que les acompaña en sus desplazamientos. Los camiones de transporte, el agua para darles de beber y el pienso de sus comidas. Los agentes recuerdan esa tarde como una de las más duras de la unidad. Muchos de ellos pasaron hasta 10 horas a lomos de sus animales, cuando, de media, un servicio no supera las cinco.

Aunque para estar a la altura de las circunstancias ni jinetes ni monturas deben descuidar el entrenamiento. Y como el tiempo no da más de sí –dos horas un día por semana–, las prácticas se hacen a pie de calle.

Días de viento, "complicados"

Cualquier cosa puede alterar el comportamiento de un caballo. "Los días de viento son los más complicados", explican los agentes. Pero no solamente. Una bolsa de plástico o algo tan sencillo como un semáforo cambiando de color pueden alterarlos. También el asfalto cuando son unos recién llegados. Por eso nunca salen solos y lo habitual es que vayan acompañados de otro caballo veterano. En la unidad hay desde potros de cinco años a ejemplares de 18.

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