El presidente de Onda Cero, Javier González Ferrari, ha querido rendir un homenaje a su bisabuelo, el poeta y periodista vallisoletano Emilio Ferrari, durante el pregón que ha pronunciado hoy en la Catedral de Valladolid y que ha dado el pistoletazo de salida a la Semana Santa vallisoletana.

González Ferrari tuvo palabras de recuerdo para su bisabuelo, "un periodista testigo de la época en la que la urbe empezó a cambiar para convertirse" en lo que hoy es Valladolid, al tiempo que ha reconocido que pronunciar el pregón es para él "un reto" ya que se trata de anunciar lo que Emilio Ferrari "jamás pudo pregonar" a pesar de que llegó a ser pregonero de la ciudad en 1893 tras la muerte de José Zorrilla.

Durante su intervención, el responsable de Onda Cero repasó la vida de su bisabuelo materno, quien estudió en Valladolid y obtuvo una plaza de archivero en Toledo y después en Madrid, quien en 1905 entró en la Real Academia de la Lengua, donde permaneció hasta su muerte, acaecida en 1907 y que fue uno de los primeros poetas en leer sus poemas en el nuevo Ateneo de Madrid.

Asimismo, Javier González Ferrari quiso hacer un repaso de la evolución de la ciudad, desde que en 1856 llegó el ferrocarril y transformó la urbe ya que aunque creó una barrera también "se convirtió en la artería que bombea actividad económica", o en 1887, cuando se instaló la luz eléctrica y Valladolid era "una villa culturalmente activa".

Desde entonces, el pregonero ha reconocido que Valladolid "ha cambiado mucho" y una de las cosas que más han evolucionado "en positivo" aunque en el siglo XIX "las cosas no iban tan bien" ya que la Guerra de la Independencia supuso "un shock" con una bajada en la calidad de las procesiones "y una reducción notable del número de cofrades" aunque algunas cofradías consiguieron mantener "la esencia de la tradición religiosa" como la de La Sagrada Pasión o la de Las Angustias.

Durante la I República, los desfiles procesionales se limitaron a tres días mientras que el Sexenio Revolucionario fue un tiempo "difícil" ya que muchas procesiones fueron prohibidas, que fueron de nuevo fomentadas durante la Restauración, siendo alcalde Miguel Íscar.

A pesar de los avatares experimentados por la Semana de Pasión vallisoletana, Javier González Ferrari ha aseverado que lo importantes "es mantener viva" la Semana Santa, por lo que ha apostado por conocer su historia "vivirla intensamente e interiorizarla".

"Es tiempo de túnicas, de sandalias, tiempo de pies descalzos" ha asegurado el pregonero quien asegura que durante estos días "Valladolid se convierte en un gran templo al aire libre" que hará que los ciudadanos se enfrente a sí mismo en los escenarios de su vida cotidiana, las calles por las que pasean, en las que se encuentran los bares y los parques que se convierten en "claustros de silencio y devoción para escuchar a Santa Teresa".

Por ello, González Ferrari ha querido invitar a todos a participar en la Semana de Valladolid a la que llegarán "riadas de personas, cientos de miles, desde todos los puntos de España" para disfrutar de las procesiones, de los restaurantes y las tapas y para disfrutar "del auténtico escenario" de la Semana de la Pasión, "la Calle, en mayúsculas".

El pregón, que congregó a multitud de fieles en la Catedral vallisoletana, contó, entre otros, con la asistencia de la corporación municipal, encabezada por su alcalde, Francisco Javier León de la Riva, así como del arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, de los presidentes y representantes de las diecinueve cofradías y de distintas autoridades políticas de ámbito local y nacional, como los diputados nacionales del PP Miguel Ángel Cortés y Ana Torme, el senador por esta misma formación Adolfo Abejón; el presidente de la Diputación, Ramiro Ruiz Medrano; el subdelegado del Gobierno, Cecilio Vadillo; el presidente de las Cortes, José Manuel Fernández Santiago; el delegado territorial de la Junta, Mariano Gredilla; el que fuera secretario de Estado de Comunicación con Aznar, Miguel Ángel Rodríguez, y el periodista Javier Ares.