BIO Nació el 31 de julio de 1975 en A Coruña, pero se siente de Guadalajara, donde vive.  Le gusta escuchar música, leer y salir con sus amigos.

De entre 105 aspirantes a 12 plazas de abogado del Ayuntamiento de Madrid, Cuesta ocupó la segunda posición. Gracias a un programa informático con sintetizador de voz pudo memorizar miles de folios.

Ya está integrado en el trabajo. ¿Cómo se siente?

Bien, estoy aprendiendo cómo funciona todo. Es que de la teoría a la práctica hay un largo camino.

¿Cuál será su función?

Estoy en el área consultiva como asesor de la Junta de Gobierno.

Usted debe tener una memoria prodigiosa...

Bueno... Tampoco la quiero calificar de prodigiosa. Esta oposición requiere mucha memoria, no sólo para mí sino para todos.

¿Cómo era un día de estudio?

Yo estuve opositando siete años. Los últimos cinco meses fueron los más duros.

¿Estaba en casa de sus padres?

Sí, vivo con ellos.

Por lo menos ya podrá irse de casa...

Sí, en cierta forma también ha sido una liberación para mis padres.

¿Le han adaptado ya su puesto de trabajo?

Sí, tengo un ordenador que  ya estaba adaptado.

Éste es el inicio de su vida laboral...

Sí, es mi primer trabajo.

¿Por qué no hizo uso de la cuota de discapacitados?

Porque no creo en ello. No me van los cupos laborales. Lo que creo es que la Administración debería facilitar las condiciones para hacer unas oposiciones en igualdad. Nosotros podemos tener la misma capacidad que alguien que no es ciego.

¿Y esperaba tanto revuelo por su historia?

No, no esperaba tanta repercusión. Ha sido una sorpresa. Yo pienso que no debería tener ninguna repercusión. Esto lo que demuestra es que los discapacitados tendríamos que estar más aceptados y contar con acceso a puestos de trabajo. Y no es así. Mi historia no había ocurrido antes.

¿No le da miedo que lo traten de forma distinta?

Siempre he procurado que no me traten de forma distinta. Y aquí haré lo mismo.