La Policía Nacional sostiene que el robo de joyas y dinero fue el móvil que condujo al crimen producido el pasado 27 de marzo en el barrio palmesano de Son Gotleu, donde un hombre fue hallado maniatado y con fuertes golpes en la cabeza. De hecho, postula que durante los hechos, presuntamente perpetrados por tres personas de nacionalidad búlgara detenidas en su país de origen, se produjo un ensañamiento "injustificado y fuera de lo común".

"Lo debió de pasar fatal en sus últimos momentos", ha aseverado en rueda de prensa el Jefe de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Baleares, Antonio Cerdà, quien ha manifestado que, de acuerdo a las investigaciones practicadas hasta ahora, la víctima, de 67 años de edad y quien contaba con una holgada posición económica, fue abordada por los ahora arrestados para que dijera dónde guardaba sus joyas y su dinero -en su casa guardaba unos 12.000 euros en efectivo-.

Tal y como ha apuntado, los tres supuestos asesinos, uno de los cuales había sido hace años compañero sentimental de la víctima, vivían "como ocupas" en un piso de la calle Aragón, en Palma, donde no tenían trabajo y al parecer uno de ellos se dedicaba a la prostitución.

Además, dos de ellos tienen antecedentes penales por violencia y por utilizar "una fuerza desmesurada contra sus víctimas", mientras que el otro los tiene por pequeños hurtos. Ataviados con algunas de las joyas robadas, los tres huyeron tras los hechos en barco hacia Barcelona y desde allí se desplazaron en autobús hasta Bulgaria.

El comisario ha apuntado que el registro de la vivienda de la víctima se prolongó durante siete horas al tiempo que fueron interrogadas unas veinte personas en relación con estos hechos. Tras el inicio de las pesquisas del Grupo de Homicidios, a través de los enlaces de la Interpol fueron localizados los tres presuntos asesinos, A.T.K, de 28 años, Y.T.A., de 21, y M.S.I., de 24, en la ciudad búlgara de Kazanlak, al este de Sofía.

Para ello, el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma había dictado una orden europea de detención, lo que derivó en el arresto de los presuntos autores del crimen. Tras ello, las autoridades búlgaras disponen de 20 días para estudiar la documentación relacionada con los hechos. Según la Policía, en próximos días podrían ser trasladados a Palma.

Cabe recordar que el hombre fue encontrado muerto después de que no acudiera a una cita familiar, lo que provocó las sospechas de la familia, que tras llamar al domicilio y no contestar nadie, decidieron poner los hechos en conocimiento de la Policía Nacional.

Una vez en el domicilio, los agentes comprobaron que la puerta no estaba forzada, si bien la casa estaba revuelta, mientras que el hombre estaba atado de pies y manos y presentaba fuertes golpes en todo el cuerpo y sobre todo en la cabeza, tras haber recibido una paliza.