Jordi Sevilla cree que quien pide vincular salarios a productividad lo que quiere es bajarlos para reducir costes

El ex ministro apuesta por reducir cotizaciones en lugar de moderación salarial
Jordi Sevilla
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LOYOLA
Jordi Sevilla

El ex ministro del PSOE Jordi Sevilla ha señalado este miércoles en Gijón ha apostado por bajas cotizaciones sociales antes que la contención salarial y ha recalcado que se teme que quien está pidiendo vincular salarios a la productividad, "no piensa en otra cosa más que en literalmente bajarlos". Así lo ha indicado antes de participar en una conferencia organizada por FENA (Fundación Escuela de Negocios de Asturias) en el recinto ferial 'Luis Adaro'.

Sevilla ha abogado por salir de la crisis con una devaluación interna, ya que no es posible hacerlo con la moneda. Por este motivo, ha apuntado que es preciso proceder a un ajuste de costes de otra forma y ha incidido en que él prefiere hacerlo bajando cotizaciones sociales, que es una forma "más rápida, justa e inyecta más competitividad a la economía española en los próximos meses". Por contra, optar por la vía de recuperar costes a base de lustros de rebaja salarial es "un poco más lenta y mucho más injusta".

También ha indicado que los libros de economía dicen que hay que vincular el salario "real" a la productividad, pero ha añadido que no está claro cómo se mide esta. "Debería de ser objeto de pacto entre los interlocutores sociales", ha sugerido antes de puntualizar que se teme que la mayoría de los que piden en España esta vinculación, lo que está queriendo decir es bajar salarios nominales "y que se aprieten el cinturón solo unos, para intentar recuperar costes a la hora de salir de la crisis".

"A ese juego yo creo que no nos deberíamos apuntar nadie, porque eso es entrar en una vía de empobrecimiento del país muy peligrosa", ha manifestado. Sin embargo, ha señalado que podría ser "bastante interesante" si se abre la vía del salario real a la productividad pactada y, como en Alemania, una parte de los trabajadores piden participar en la gestión empresarial para controlar esa productividad.

Sevilla ha indicado que estamos en una "encrucijada", por lo que este año, que debería haber sido el primer de la recuperación, va a resultar "fallido". Es por ello que ha apostado, en primer lugar, por bajar las cotizaciones sociales de manera importante para recuperar la competitividad, en segundo, el apoyar iniciativas de las entidades financieras para crear bancos 'malos' donde depositan los activos tóxicos y así "desatrancar" los circuitos de crédito "que están muy atascados de ladrillo y de cemento" y, en tercero, que las Administraciones reformen sus presupuestos.

Sobre esto último, ha propuesto pasar del recorte a la reforma, es decir, sustituir los recortes como vía para controlar el déficit por estrategias en las que unos gastos habrá que recortarlos, otros no y otros directamente suprimirlos. Eso exige, en su opinión, una reforma estructural muy importante en las Administraciones Públicas.

Reforma de estado

Preguntado por la necesidad de una reforma del Estado, se ha mostrado a favor de avanzar en lo que se tiene ahora. Sevilla ha recalcado que tenemos un Estado constitucional "a medio hacer" y ha insistido en que que nos hemos quedado "a medio camino", sin marchas atrás y en lo que solo queda "dar el salto federal", de cooperación y en el que cada vez más queden claras las competencias de unos y de otros, incluidas las del Gobierno Central, y que se respeten.

Como ejemplo, ha citado Alemania, de la que ha asegurado que no se ha dicho toda la verdad. En este sentido, ha explicado que hubo una revisión de competencias "en las dos direcciones", por lo que el Estado recuperó unas competencias pero cedió otras antes no transferidas.

Pese a todo, ha rechazado que sea lo más urgente en España, y sí en cambio la reforma del Senado, el impulsar la Conferencia de Presidentes o definir claramente las líneas de trabajo conjunto a través de consorcios como pueda ser en el ámbito tributario.

Hay mucha tareas para mejorar el Estado autonómico que tenemos para que funcione mejor, "pero desde luego sin pensar que marchas atrás son imposibles, ni convenientes ni deseables", ha apostillado.

Reestructuración de cajas

Respecto al fallido Banco Base, ha apuntado que había insuficiente información del estado real de las cuentas en general de todas las cajas. Y en este caso concreto, ha señalado que en una de las cajas importantes cuantitativamente dentro del proyecto afloró un volumen de riesgos y de pérdidas muy superior al previsto inicialmente, que hacen legítimo el derecho de los socios a replantearse la operación.

En su opinión, estamos asistiendo a un proceso de transformaciones "muy rápido" en el mundo de las cajas de ahorro y no ha descartado que se repitan episodios como el que pasó con Banco Base. No obstante, ha animado a verlo "sin dramatismo". Para él, el problema no es si el proyecto de Banco Base ha salido o no, sino que sigue habiendo cajas que afloran un volumen de pérdidas muy superior incluso al conocido por el Banco de España.

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