Las emisiones de gases de efecto invernadero de las instalaciones asturianas afectadas por el régimen europeo de comercio de derechos de emisión han disminuido en 2010 un 7,56 por ciento respecto a las del año anterior, alcanzando la cifra de 14,12 millones de toneladas de CO2.

Así, la región cumple por tercer año consecutivo el Protocolo de Kyoto para España, según datos correspondientes a 2010 con los que cuenta la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras, una vez culminado el proceso de inscripción en el Registro Nacional de Derechos de Emisión en el ámbito del Protocolo de Kyoto.

Además, el peso de la reducción ha recaído fundamentalmente sobre el sector de generación eléctrica, que ha recortado sus emisiones de CO2 en un 25,8 por ciento respecto a las verificadas en 2009 y que, por primera vez, ha tenido una asignación anual de derechos de emisión gratuitos excedentaria.

Desde Medio Ambiente, se entiende que la disminución en el sector eléctrico ha estado motivada por el importante descenso de la producción de las centrales térmicas asturianas; la entrada en funcionamiento de los ciclos combinados de gas y por el relevante papel que han tenido las fuentes renovables en un periodo especialmente favorable para la producción energética eólica e hidráulica.

Por su parte, los sectores industriales han incrementado sus emisiones de gases de efecto invernadero debido, en gran medida, al aumento de la producción. La siderurgia, la fabricación de cemento y cal, y la fabricación de vidrio han experimentado un aumento promedio de emisiones de CO2 del 22 por ciento con respecto al año anterior. En el sector químico, la subida de emisiones ha sido más moderada, situándose en torno al 10 por ciento.

Asimismo, otras inversiones realizadas en industrias, por ejemplo, la del papel, para el aprovechamiento de fuentes de energía sostenible, como la biomasa, se traducen también en reducciones en el nivel de emisiones generado en 2010.