Los profesionales del Colegio Oficial de Psicólogos de la Región de Murcia han participado este miércoles en el simulacro de accidente aéreo de un avión civil con víctimas en el Aeropuerto de San Javier. Cuentan ya con una experiencia acumulada de 11 años, centrándose su trabajo en intervenir en "la zona cero, perimetrales, de la población afectada".

Su labor ha consistido en que la información que llega de la pista se canalice y atender, asimismo, a los familiares de las víctimas, que han sufrido desde ataques de ansiedad y agitación hasta un caso de infarto que ha precisado su traslado a un hospital.

Los psicólogos que se han movilizado para atender a estos familiares en la terminal han tratado de gestionar esta situación, ya que al llegar la gente "estaba recabando información sobre lo ocurrido", según ha explicado a Europa Press una vocal de Psicología de Emergencias de dicho Colegio, Ángela Ruiz.

Su trabajo consiste en "canalizar la sintomatología" que previamente han detectado en los familiares de las víctimas del avión siniestrado, registrándose "infartos, ataques de ansiedad y nervios"; algo que, en su opinión, "es normal ante este tipo de situaciones".

Lo importante, ha subrayado, es que la información fluya y desde la pista pueda llegar a los familiares de las víctimas que se encuentran en la terminal, puesto que "son horas que se hacen eternas, interminables".

En algunos casos, puede conllevar la muerte de algún familiar, como lo pone de manifiesto el hecho de que si la persona que ha sufrido un infarto "hubiera llegado a una situación más aguda puede fallecer, pero en este simulacro ha entrado con dolor de pecho y tras ser atendido por un compañero psicólogo, se ha dejado paso al médico y evacuado a un hospital".

"Tenemos que contener la emoción de las personas para que la información la podamos dar de manera que vaya llegando", ha incidido Ruiz, quien ha manifestado que para ello, los profesionales de la psicología utilizan estrategias, tales como métodos de relajación y montar ideas racionales.

Y es que, ha puntualizado, "cada persona puede hacer un cuadro sintomatológico diferente, ya que ante un mismo evento no todas las personas se traumatizan, de manera que en el momento en que esta situación ocurre y se da una mala noticia a la familia, hay un trauma agudo, un estado de shock".

De esta forma, ha continuado, "no se puede hacer un diagnóstico psicopatológico evidente, ya que hay una reacción normal ante una situación que nos desborda". "A partir de los tres-seis meses ya se puede ir diagnosticando alguna patología o cuadro traumático", ha argumentado esta experta.

En ese bagaje de 11 años han atendido, según ha relatado a Europa Press, "accidentes con múltiples víctimas, el terremoto ocurrido en las pedanías altas de Lorca, suicidios, accidentes con pocas víctimas pero con mucha alarma social por tratarse de un pueblo pequeño, y desapariciones".

En este simulacro ha participado un centenar de efectivos de los servicios de emergencias regionales, municipales, militares y de la entidad Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA).