Una mujer, Andrea M., ha solicitado un encuentro con el Consejero de Salud y Servicios Sanitarios del Principado, Ramón Quirós, para pedirle explicaciones por la negativa que ha recibido por parte de la jefatura del Servicio de Inspección de Prestaciones y Servicios Sanitarios de la Consejería para acceder a las técnicas de reproducción humana asistida a través de la sanidad pública asturiana por ser lesbiana.

Según ha informado el colectivo de lesbianas, homosexuales, transexuales y bisexuales de Asturias (Xega) Andrea le comentó al técnico de la consejería que no hay esterilidad de varón porque su pareja es una mujer, y que éste le respondió que si no hay un varón estéril y ella no es estéril, no hay ninguna causa para que acceda al tratamiento.

Xega sostiene que, en contra de la opinión de este funcionario, "claramente discriminatoria debido a la orientación sexual de Andrea", la Ley 14/2006 sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida, permite el acceso a estas técnicas de todas las mujeres con independencia de su estado civil y orientación sexual.

En septiembre de 2010, los médicos de la Unidad prescribieron a Andrea la medicación necesaria para la estimulación ovárica previa a la inseminación artificial, que fue autorizada en el Área de Inspección de Mieres, según el colectivo Xega.

La primera inseminación falló. Cuando acudió a pedir la autorización de las nuevas recetas, el Inspector de Prestaciones de Mieres se negó a autorizarlas "sin ninguna explicación", apunta Xega. En espera de que solucionara el problema que pudiera haber con las recetas, para no interrumpir el tratamiento, en la farmacia le proporcionaron la medicación que necesitaba, pero la inseminación falló de nuevo.

En marzo de 2011 Andrea acudió por tercera vez al Área de Inspección de Mieres con nuevas recetas y, de nuevo, le denegaron la medicación, argumentando que ese tratamiento lo tenía que autorizar Oviedo. En la propia Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), le han dicho que tiene que haber alguna confusión, que nunca le habían denegado el visado de los medicamentos a ninguna mujer en su situación.

"Nunca antes en el Principado de Asturias se había denegado el tratamiento a ninguna mujer que acude sola o con pareja de su mismo sexo, argumentando la ausencia de esterilidad de varón o de la propia mujer", sostiene Xega.