Absuelta de estafa una agente inmobiliaria denunciada por una clienta tras fracasar unas inversiones

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha absuelto de un delito de estafa a una agente inmobiliaria que fue denunciada por una de sus clientas tras fracasar unas inversiones.

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha absuelto de un delito de estafa a una agente inmobiliaria que fue denunciada por una de sus clientas tras fracasar unas inversiones.

Según se explica en la sentencia, conocida este martes, la clienta acusaba a su agente inmobiliaria de estafarla en la compra de tres viviendas: un piso en la calle Jesús de Monasterio de Santander, una vivienda en la Urbanización La Paz, de Sierrapando (Torrelavega), y otra que se proyectaba construir en la calle La Paz, en Santander.

La denunciante había abonado algo más de 266.000 euros por el piso de Jesús de Monasterio, que no le fue entregado. Además, puso otros 116.000 euros por la vivienda de la calle La Paz, que no llegó a construirse.

Igualmente, pagó otros 147.000 euros por una vivienda y dos plazas de garaje en Sierrapando, pero decidió posteriormente resolver el contrato, así que la inmobiliaria le devolvió 3.000 euros y firmó ante notario un documento de reconocimiento de deuda por la cantidad restante. Sin embargo, esa cantidad aún no le ha sido devuelta.

La mujer pedía que se condenara a la agente inmobiliaria por estafa, pero la Audiencia recalca que no hay delito alguno, porque para acordar una condena por estafa hace falta que el acusado tuviera la voluntad de engañar o defraudar al afectado ya en el momento de firmar el contrato o incluso antes.

Y a su juicio, esas condiciones no se dan en este caso. De hecho, no cree que mediara engaño alguno porque la relación comercial venía ya de años antes y habían realizado otras operaciones previas de compra de viviendas que la denunciante ha intentando ocultar a la Audiencia, operaciones que nunca llegaban a elevarse a escritura pública.

Según la sala, la supuesta perjudicada "sabía y conocía" en qué consistían estas operaciones, que no eran ventas reales de las viviendas, sino préstamos que hacía a la inmobiliaria, para obtener así beneficios a través de inversiones de dinero para operaciones inmobiliarias.

Así lo ratifica uno de los testigos que compareció en el juicio, que aseguró que la denunciante era "una prestamista" que compraba pisos y garajes que en realidad no le daban, y explicó que había "una relación antigua con deudas que se iban compensando".

"Mal se puede hablar pues de maquinación fraudulenta ante una relación de estas características", subraya la sentencia, que llama la atención además sobre el hecho de que los abogados de la denunciante hayan intentado "soslayar" otras de las operaciones de compra de pisos.

A su juicio, esto demuestra que la mujer pretendía ocultar que su verdadera finalidad al suscribir los contratos no era "tener un piso en el centro", como alegaba, sino "obtener un rendimiento al dinero invertido".

En consecuencia, absuelve a la acusada. En todo caso, la Audiencia sí que reconoce que los hechos podrían ser objeto de una reclamación por la vía civil para que la inmobiliaria le devuelva el dinero que le adeuda.

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