La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha criticado la "extraña provisionalidad" en la que ha dejado a los españoles el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "a sabiendas que está de bulto, con la guerra interna abierta y sin ninguna autoridad moral ante los interlocutores exteriores". A su entender, "Zapatero se va, pero no se ha ido" porque si hubiera querido hacerlo "de verdad" podría haber anunciado la convocatoria de elecciones generales.

Barberá considera que ahora "más que nunca" España necesita un Gobierno que "reafirme su unidad, que dé confianza a los inversores y que ofrezca seguridad jurídica, que garantice la libertad de las personas y que impulse a los emprendedores, algo que, a su juicio, será "una realidad" con un Gobierno del PP.

Según la regidora, el paso "más inminente" para este cambio está en las autonómicas y municipales. "En las elecciones del 22 de mayo hay mucho en juego. Los españoles tendremos la primera oportunidad de decirle a Rodríguez Zapatero y al PSOE que el proceso de cambio político en España es imparable y que el Partido Popular es la solución para lograr la confianza necesaria que conduzca a salir de la crisis", añade en un post en su blog, que ha recogido Europa Press.

El psoe quiere hacer creer que se abre nueva etapa

Barberá cree que en las próximas semanas, desde el PSOE se va a tratar de trasladar que "se abre una nueva etapa" en el partido con el anuncio de la marcha de Zapatero. "Pero que nadie se engañe, le sustituya quien le sustituya, el problema va a seguir latente mientras no se produzca el relevo en el Gobierno de España con la llegada de Mariano Rajoy a la Moncloa", asegura, para agregar que "no es un problema de caras o nombres" sino de "las nefastas políticas socialistas".

Por eso, insiste en su idea de que después de las elecciones del 22 de mayo, que "marcaran el comienzo del cambio", Zapatero "debería convocar a los españoles sin más dilación" para que los españoles "decidan sobre qué proyecto político es el más adecuado para sacar al país de la crisis".

A su entender, ha quedado "patente" que los socialistas consideran que Zapatero "supone una lastre electoral para sus intereses" y por eso "los barones han forzado su salida", ante el temor de que les reste votos en los comicios de mayo.