El Príncipe de Gales y su esposa dejan Granada tras un fin de semana de descanso y vuelan rumbo a Marruecos

El Príncipe de Gales y su esposa Camilla Parker-Bowles han tomado un vuelo a las 11,00 horas de este lunes desde Granada con destino a Marruecos para proseguir con su agenda tras descansar durante el fin de semana en la finca de campo que el Duque de Wellington tiene en la localidad granadina de Íllora.
La duquesa de Cornualles y el Príncipe de Gales en una acto durante su visita a
La duquesa de Cornualles y el Príncipe de Gales en una acto durante su visita a
EUROPA PRESS/Archivo/JUNTA
La duquesa de Cornualles y el Príncipe de Gales en una acto durante su visita a

El Príncipe de Gales y su esposa Camilla Parker-Bowles han tomado un vuelo a las 11,00 horas de este lunes desde Granada con destino a Marruecos para proseguir con su agenda tras descansar durante el fin de semana en la finca de campo que el Duque de Wellington tiene en la localidad granadina de Íllora.

La pareja ha llegado al aeropuerto Federico García Lorca de Granada escoltada por miembros del Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil de Tráfico en el marco de un dispositivo activado para la ocasión y al que se han sumado los escoltas del heredero de la Corona Británica, han informado a Europa Press fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Granada.

Finalmente, ni el Príncipe de Gales ni la Duquesa de Cornualles se han dejado ver por el municipio durante su visita, tampoco en la Feria de la Tapa, a la que fueron invitados por el alcalde de Íllora, Francisco Domene.

De hecho, los hosteleros tenían preparadas tapas ecológicas para ofrecer al príncipe y la duquesa, pero se han tenido que conformar con la "buena" respuesta de los más de 2.500 vecinos y visitantes. La nota de color de la jornada la pusieron unos vecinos que aparecieron disfrazados de "la Pareja Real y acompañados también por un coche de caballos".

La pareja ha pasado todo el fin de semana en la finca Molino del Rey de Íllora, un inmueble del siglo XIX construido a modo de cortijo con cerca de mil hectáreas de extensión.

La finca, que guarda entre sus estancias "numerosas piezas arqueológicas de valor", ocupa toda la antigua Dehesa Baja de Íllora y fue donada por España, junto a las tierras del Soto de Roma, en Fuente Vaqueros, al duque de Wellington y sus descendientes como muestra de agradecimiento por su ayuda durante la Guerra de la Independencia contra la ocupación napoleónica.

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