El inicio del año escolar japonés se complica porque hay más de 1.600 colegios destruidos

  • En los alrededores de la central nuclear de Fukushima se estudia dar clases por correspondencia o enviar a los alumnos a zonas más alejadas.
  • En la provincia de Miyagi el 70% de los colegios son inservibles.
Haruto, Yumey Shiina, tres primos de cuatro, siete y seis años (respectivamente) caminan entre los escombros de la casa de su abuela Asanuma, en Onagawa, en la prefectura de Miyagi, a unos 400 km de Tokio.
Haruto, Yumey Shiina, tres primos de cuatro, siete y seis años (respectivamente) caminan entre los escombros de la casa de su abuela Asanuma, en Onagawa, en la prefectura de Miyagi, a unos 400 km de Tokio.
Kimimasa Mayama / EFE
Haruto, Yumey Shiina, tres primos de cuatro, siete y seis años (respectivamente) caminan entre los escombros de la casa de su abuela Asanuma, en Onagawa, en la prefectura de Miyagi, a unos 400 km de Tokio.

El 69% de los colegios de las provincias de Iwate, Miyagi y Fukushima, las más afectadas por el terremoto del 11 de marzo, están destruidos o dañados, lo que dificulta el comienzo del año escolar este mes en Japón.

Las zonas dañadas por el seísmo de hace tres semanas se enfrentan a la imposibilidad de iniciar las clases con normalidad, ya que 1.669 centros escolares en las tres provincias más afectadas no pueden reabrir y otros 323 son utilizados como refugios, según datos recogidos por el diario Nikkei.

En la provincia de Miyagi, la que ha registrado el mayor número de muertos por el seísmo, el 70% de los colegios (unos 700) están dañados o destruidos, mientras que 196 todavía sirven de refugio para los miles de desplazados sin hogar.

Tan sólo la capital de Miyagi, Sendai, espera poder reabrir todas sus escuelas e institutos entre el 11 y el 21 de abril, mientras que las localidades costeras aún no tienen fecha para el inicio de las clases.

Las autoridades de Iwate pretenden comenzar el curso escolar el 20 de abril, aunque el mal estado del 57% de las instalaciones educativas no permite augurar un comienzo normal para la mayoría de los alumnos de primaria y secundaria de la provincia.

En Fukushima, 61 centros educativos están dentro del perímetro de 30 kilómetros alrededor de la peligrosa central nuclear de Fukushima Daiichi, por lo que se estudia la posibilidad de ofrecer clases por correspondencia o enviar a los alumnos a otras zonas más alejadas.

Las autoridades japonesas han fijado un área de exclusión en un radio de 20 kilómetros en torno a la central nuclear, mientras que a los residentes entre 20 y 30 kilómetros les han animado a dejar la zona voluntariamente o no salir de casa para reducir la exposición a la radiación.

En lugares menos afectadas, como Tokio, universidades importantes como Keio, Meiji o Waseda retrasarán el inicio del semestre hasta mayo por los problemas que ocasionan los cortes de luz programados.

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