«La zona naranja nos parece una medida positiva que da un respiro a los vecinos a la hora de aparcar. Nos gustaría que fuera más barato y que integraran al pequeño comercio, pero es un comienzo». Así valoró ayer el presidente de Amics del Carmen (asociación mayoritaria de vecinos), Toni Cassola, su puesta en marcha el pasado lunes, como avanzó 20 minutos.

Y es que, según comprobó in situ este diario, en la mayoría de calles con plazas naranjas había sitio para aparcar.

Fuentes de la Concejalía de Circulación explicaron ayer a este diario que el objetivo final es «que solo entren al centro el número de coches necesario, es decir, los vecinos y poco más. Para el resto, lo ideal es el transporte público o la bici, para eso hemos hecho zona 30 todo el centro».