Nueva Rumasa asegura que la solicitud de concurso para cuatro de sus bodegas y para la distribuidora Unión de Grandes Bodegas permite garantizar el futuro de sus bodegas y el mayor número de puestos de trabajo, ya que "a priori" no tiene previsto realizar una regulación de empleo.

Asimismo, explicó que la entrada en proceso concursal es una "medida de protección" de las bodegas, al ser garantía en otras operaciones de la compañía, así como para salvaguardar los intereses de sus empleados, inversores y acreedores.

En concreto, Nueva Rumasa ha presentado en el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Cádiz la solicitud de concurso voluntario de acreedores para sus bodegas Garvey, Valdivia, Zoilo Ruiz-Mateos y Teresa Rivero, así como para la distribuidora de bebidas Unión de Grandes Bodegas, que suman un pasivo de 231 millones de euros.

"El grupo Garvey cuenta con sólidos activos y recursos suficientes para asegurar su viabilidad y salir de esta situación en breve plazo de tiempo", subrayó.

Nueva Rumasa destacó asimismo la situación de "absoluta normalidad" del grupo Garvey, lo que se constata en sus ocho bodegas ubicadas en las principales denominaciones de origen, las cuales mantienen su actividad al 100% y cuyos trabajadores han cobrados sss nóminas.

Además, según señaló la compañía, los empleados están haciendo horas extras en la línea de embotellado, ya que la demanda supera la producción habitual, a lo que se suma la firma de un nuevo contrato de suministro con supermercados Aldi para Holanda e Inglaterra.

La compañía de la familia Ruiz-Mateos subrayó, por último, que el grupo Garvey registró un balance "muy positivo" al cierre del año 2010, al elevar su facturación un 30% respecto al ejercicio anterior, a pesar de situación económica general y especialmente de la caída del consumo en la hostelería.