El presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), Antonio Gato, destacó el trabajo "impagable" de los guardias fluviales en un acto de conmemoración del 50 aniversario de la Guardería Fluvial del Organismo de cuenca.

Gato, acompañado por el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Cecilio Vadillo, participó en la capital vallisoletana en un homenaje a este cuerpo creado en 1961 cuyos objetivos iniciales, a pesar de la evolución del nivel de competencias y exigencias, permanecen.

El presidente de la CHD recordó que su labor era velar por la protección y la vigilancia de las aguas y de los cauces, algo totalmente vigente en la actualidad, "una labor impagable que hace la Guardería" con el apoyo importante del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil.

Por ello, indicó que se ha querido hacer un homenaje a los guardias fluviales, tanto a los activos como a los ya jubilados, que todos los días velan por 79.000 kilómetros cuadrados de cuenca del Duero y más de 50.000 kilómetros de cauces y destacó que cada guardia fluvial recorre aproximadamente unos 28.000 kilómetros al año, "lo que da una idea de la magnitud del territorio".

En este sentido, señaló la importancia de este trabajo protegiendo el medio ambiente y las aguas de Castilla y León en diferentes condiciones, "da igual que llueva o nieve, frío o calor, que estén tratando inundaciones o sequías, siempre la Guardería está ahí", dijo Gato.

El presidente de la Confederación aseguró que se ha intentado dotar a estos trabajadores de los medios técnicos, humanos y materiales suficientes para que puedan desarrollar su labor en las mejores condiciones, pero considera que "las personas son todo".

Labor difícil

En este homenaje respaldó la labor de los guardas y manifestó el apoyo de la CHD y del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino a su trabajo, que a veces ha generado "incomprensión" en algunos ciudadanos, a pesar de que ahora es valorado por todos.

Actualmente la plantilla está compuesta por unas 60 personas, recordó Gato, quien explicó que en el año 2002 se creó la figura de los agentes medioambientales que supuso un proceso de reconversión y algunos guardas se transformaron en agentes medioambientales. Ahora 33 de las 61 personas de plantilla son agentes y el resto guardias como tradicionalmente se conocen.

Gato reconoció que la plantilla, en relación a la cantidad de territorio a cubrir, debería ser más amplia, pero cree que se "arreglan" con lo que hay "gracias a su esfuerzo" y a la cantidad de kilómetros que recorren.

El homenaje supuso un recuerdo para los 31 trabajadores que el 1 de marzo de 1961 integraban la primera plantilla de Guardas Fluviales del Organismo de cuenca.

Algunos de los guardias ya jubilados acudieron al acto, entre ellos Jacinto Alonso Portal y Antonio García Herrera, quienes describieron las dificultades iniciales que tuvieron y cómo ha cambiado todo.

Antonio García explicó que antes "cada uno hacía lo que quería" y cuando llegaron los guardias todo fue diferente, algo que corroboró Jacinto Alonso, quien reconoció que al principio fue "difícil" porque había que hacer entender a la gente cómo se tenía que comportar.

Alonso, que recorría el territorio que tenía asignado en un ciclomotor de 49 centímetros cúbicos, explicó que se han corregido muchas cosas y señaló, por ejemplo, la cantidad de vertidos que había desde los polígonos industriales que tenían que vigilar. CASI 700 DENUNCIAS

Sólo en el año 2010 la Guardería Fluvial elaboró más de nueve mil informes relacionados con la tramitación de autorizaciones, concesiones, extinciones y revisiones de usos de aguas superficiales y subterráneas, así como con la ejecución de obras dentro del Dominio Público Hidráulico, apuntaron a Europa Press fuentes de la CHD.

Además la Guardería Fluvial realizó el pasado año 692 denuncias, hizo un especial seguimiento de la campaña de riego e intervino en varias incidencias extraordinarias o emergencias como los nueve episodios de avenidas o varias mortandades piscícolas.

En total, la Guardería recorrió a lo largo de 2010 más de 1,6 millones de kilómetros. Es decir, cada Guarda Fluvial -de los 59 que hay en plantilla en la actualidad-, se recorrió el pasado año más de 28.000 Km.