Desde que Marta Ortega cogió las riendas de Inditex, Zara se ha convertido en su gran proyecto particular, queriendo convertir a la firma en una de las grandes casas de moda al mismo nivel que Loewe, Balenciaga u Oteyza.
Las colecciones con grandes diseñadores como Narciso Rodríguez o Elie Top no son decisiones que Ortega ha hecho a la ligera, al igual que llevar uno de los nuevos vestidos de la línea Collection 02_The Dress al desfile de la Colección Crucero 23 de Dior en Sevilla. La hija de Amancio quiere desmarcarse del fast fashion para convertir a Zara en una firma de lujo.
Esta nueva filosofía de marca se puede ver claramente en los últimos editoriales de la firma, mucho más cuidados que antes y con una imagen con la que claramente podemos identificar a Zara. Para ello se ha aliado con grandes personajes del sector de la moda y para presentar la colección de otoño-invierno 22/23 ha contado con Steven Meisel, un reputado fotógrafo conocido por su trabajo en la revista Vogue y por las fotografías que hizo a Madonna publicadas en el libro Sex.
A Moment In Time es el nombre con el que ha bautizado a esta colección cuya campaña que mezcla las colecciones de WO_MEN, donde presenta a 26 de los modelos jóvenes más inspiradores y fascinantes del momento.
“La creación de armonía a través de la exploración de aparentes contradicciones, entre lo progresivo y lo clásico, entre lo femenino y lo masculino, y entre lo superfluo y lo profundo, es el núcleo de la última colección Studio de Zara. El resultado es una propuesta excepcional que se puede usar universalmente y al mismo tiempo actúa como un poderoso prisma para transmitir una personalidad e identidad propias”, explican desde la marca.
La colección cuenta con piezas completamente en tendencia hasta los básicos imprescindibles de fondo de armario, como prendas marineras y deportivas, pasando por la sastrería y los looks de noche. Por otro lado, la atemporalidad de las propuestas se consigue suavizando los cortes más arquitectónicos mientras se amplían suavemente los volúmenes clásicos.
Con la excepción de un estampado lineal minimalista, la colección está completamente despojada de ornamentos, incluso los botones y cierres quedan ocultos. La profundidad visual se consigue a través de materiales, tejidos y colores neutros seleccionados intencionadamente.
“La colección ha sido concebida para acompañar el estado de ánimo del usuario en lugar de las exigencias de una ocasión. La sastrería liviana y fluida, y la ropa deportiva minimalista trascienden sus funciones originales basadas en el servicio para convertirse en modelos de expresión personal. Los vestidos de noche se han terminado con delicados y minuciosos fruncidos, mientras que los pliegues en los pantalones aportan volumen y movimiento. Las prendas de punto son holgadas y se despegan del cuello para generar una mayor sensación de comodidad. La aparente simplicidad y la sofisticación inherente se combinan en una colección que mezcla elegancia suprema y máxima utilidad: Zara Studio es para todos en cualquier lugar”, añaden desde la firma.
Con esta nueva propuesta, Zara se busca emular la estética del lujo silencioso con prendas de calidad, pero asequibles para la gran mayoría de los bolsillos, haciendo de estos diseños atemporales un imprescindible para los meses de frío.
La colección está disponible a partir de hoy, jueves 13 de octubre, en la página web de Zara y algunas tiendas físicas seleccionadas de la marca, como la que se encuentra en la calle Serrano de Madrid, la milla de oro de la capital.
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