¿Deberías cambiar el casco de la moto entre estaciones?

Circular en moto puede ser muy agradable, pero también se puede convertir en una pesadilla dependiendo del clima. Aunque siempre hay que ir correctamente vestido y equipado al subirse a una motocicleta, para evitar lesiones graves en caso de accidente de tráfico, es cierto que estas protecciones pueden llegar a ser incómodas en verano. 

Uno de los elementos de protección obligatorios que hay que llevar siempre al ir en moto es el casco. No llevarlo puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte en caso de accidente y, además, nos puede acarrear el pago de una multa de 200 euros y la pérdida de 4 puntos en el carnet de conducir. 

Existen varios tipos de cascos para la moto y aunque todos ellos están aceptados y homologados, algunos de ellos son más cómodos que otros de llevar, especialmente en verano. De igual modo, algunos de ellos son más seguros que otros. 

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Los cascos que más protección ofrecen en caso de accidente son los cascos integrales, aquellos que son cerrados y protegen toda la cabeza, incluida la cara y el mentón. Sin embargo, en verano pueden dar excesivo calor y llegar a ser agobiantes. 

Por otro lado, los cascos jet son los más abiertos, que se ven más en ciudad. Cubren toda la cabeza, pero dejan despejada la parte de la mandíbula y la cara, por lo que son más frescos, pero protegen menos en caso de accidente. 

Para encontrar una medida justa entre no pasar calor y tener un alto grado de protección, los usuarios de las motos pueden apostar por los cascos modulares, aquellos que al ir cerrados son un casco integral, pero que al mismo tiempo permiten abrir la parte que cubre la mandíbula, dejándola descubierta.

Cambiar el casco de la moto según la estación: ¿sí o no?

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Sin embargo, pese a que existan estos diferentes modelos de cascos, no está ni dicho ni escrito que se deba cambiar el uso de ninguno de ellos según la estación en la que nos encontremos. Basta con que vayamos cómodos y el casco sea el adecuado para los entornos en los que circulemos, distinguendo entre conducir por ciudad o salir a carretera. También es importante que el casco sea nuestra talla.

Aunque durante el periodo de calor podamos ir un poco más incómodos, es cierto que los cascos integrales sirven para todo el año y en invierno nos resguardarán más del frío. Por el contrario, los cascos de tipo jet son más convenientes en verano, mientras que en invierno necesitaremos cubrirnos algo más la cara para no sufrir los efectos de las bajas temperaturas.