En España, todos los vehículos que salen al mercado deben contar con los retrovisores de forma obligatoria desde el año 1958, ya que este elemento es esencial para llevar a cabo múltiples acciones mientras nos encontramos al volante.
Gracias a los espejos retrovisores podemos conocer de primera mano las situaciones de tráfico de los vehículos que circulan tras nosotros, también son muy útiles a la hora de estacionar el vehículo o para adelantar a otro coche. Por tanto, es muy necesario llevarlos bien ajustados para evitar puntos ciegos, que pueden acarrear riesgos en la conducción.
¿Cómo saber si los retrovisores están bien regulados?
En el caso del retrovisor central, siempre que estemos parados y sobre una superficie llana, es precios comprobar si el espejo muestra toda la luna trasera, por tanto, hay que regularlo para que se visualice a través de este cristal al completo. Por otra parte, para los espejos exteriores se debe ajustar de tal forma que se vea muy poco el lateral del vehículo, con que se visualicen las manetas de la puerta sobra.
Además, es necesario que el tirador de la puerta delantera se vea en el borde inferior del espejo, con ello sabremos que está bien posicionado de manera horizontal. En el vídeo se pueden ver la demostración gráfica de esta regulación.
¿Cuál es el número de retrovisores obligatorio en un coche?
La DGT precisa que en los turismos serán dos los espejos retrovisores con los que debe contar un coche para circular de manera legal por nuestro país. Estos hacen referencia al izquierdo, que se encuentra en el exterior del vehículo, y al central, que está posicionado encima del salpicadero en la parte del medio del habitáculo.
Con respecto al retrovisor derecho, este será opcional, aunque la mayoría de los coches que se venden en España viene con él ya instalado. Por otra parte, es preciso indicar que en caso acoplar un remolque o caravana, será obligatorio contar con el espejo derecho también.
¿Te pueden multar si regulas los retrovisores en marcha?
La respuesta es sí, esto se debe a que el artículo 18 del Reglamento General de Circulación precisa que “el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción".
Por tanto, si revisamos los espejos retrovisores mientras conducimos y un agente de tráfico nos ve, recibiremos una sanción de 200 euros, eso sí, nos podremos beneficiar del descuento por pronto pago.
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