"Estamos muy a tope. Esto son 24 horas, no se para. Están viniendo un montón de muestras del hospital y de otros centros sanitarios también. Tratamos con el paciente de manera indirecta. Son tubos, pero detrás de cada uno hay una persona y hay muchos positivos. Hay escasez de material, mucho personal sanitario se ha contagiado".
Jorge ParísSanitarios, con trajes de protección y mascarilla, vistos a través de un ojo de buey de una puerta, en uno de los pasillos del hospital Ramón y Cajal.
Jorge París"Soy paciente de alto riesgo porque soy hipertensa, diabética y asmática. He venido porque he empezado con ahogo y tos. No me han hecho la prueba porque me han dicho que es broncoespasmo, pero que estoy en el límite. Así que si tengo fiebre, volveré. No le tengo miedo, le tengo respeto".
Jorge París"Hemos salido a las 5 de la mañana de Cáceres para que mi padre se someta a un tratamiento y cuando salga, bocadillo y a casa de vuelta. Preferiríamos no venir pero no hay otra. Lo que vemos es que hay poca seguridad".
Jorge ParísImagen que muestra una sala de espera del hospital Ramón y Cajal, casi vacía y con parte de los asientos inutilizados para evitar contagios por coronavirus.
Jorge París"Vengo al hospital por mi hija de 16 años porque tiene un carcinoma. Aquí estoy nerviosa por el coronavirus y por ella. Hay que tener cuidado, pero no volvernos locos"
Jorge París"Está el mundo parado, pero nosotros tenemos que venir a ver a un familiar. ¿Miedo? Mejor no pensarlo, no podemos dejarlo solo".
Jorge París