
Cerrar la tapa del inodoro antes de tirar de la cadena
Es muy importante cerrar la tapa del váter antes de tirar de la cadena porque de lo contrario podrías terminar salpicado con partículas de heces. Concretamente, pueden llegar hasta a un metro por encima de la taza.
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Cambiar el cepillo de dientes
Ya sea el cabezal del cepillo o el propio cepillo, es necesario cambiarlo cada aproximadamente dos meses para poder seguir teniendo una adecuada salud dental.
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Asearte con frecuencia
Si eres capaz de sentir tu propio mal olor corporal, tienes que tener claro que los demás lo percibirán mucho más fuerte, por lo que es importante que te laves con frecuencia. En cualquier lugar, encontrarás agua y jabón en caso de emergencia.
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Lavar las gafas a menudo
Deberías lavar tus gafas con agua tibia y un jabón antibacteriano con mucha frecuencia. Tu rostro segrega aceite que se va acumulando y que huele muy mal. Una vez que se acumula, solo podrás eliminarlo de esta manera. Lo mismo para el paño con el que limpias los anteojos.
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Si el mal aliento no desaparece, consultar un médico
Normalmente, el mal aliento se produce durante un tiempo determinado por determinados hábitos. Si ves que no desaparece, puede estar revelando algún problema importante de salud y deberías consultar con un especialista.
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Evitar los zapatos en casa
Más allá del mal olor que puedan tener, lo cierto es que con ellos traerás toda la suciedad y los patógenos de la calle al interior de tu vivienda, por lo que lo ideal es que evites su uso al máximo dentro del hogar.
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Lavarse las manos después de tocar carne cruda
La carne cruda puede tener numerosas bacterias, por lo que es recomendable lavarse siempre las manos después de manipularla para evitar enfermedades.
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Lavar sábanas y almohadas
Acumulan una gran cantidad de alérgenos que son perjudiciales para la salud, por lo que es fundamental lavar sábanas, almohadas y fundas al menos una vez por semana.
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Dejar secar la ropa por completo
Si no permites que la ropa se seque al 100%, irás con ella oliendo a moho, lo que resultará muy desagradable.
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Nada de gatos encima de la mesa
Son adorables, pero nunca deberías permitir que pusieran sus patas en la encimera de la cocina o en la mesa de comedor. Y es que no es buena idea mezclar el lugar en el que comes con sus pelos y con esas patas que han pisado todo tipo de lugares.
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Lavarse detrás de las orejas
Se acumula mucha grasa y puede llegar a desprender mal olor, por lo que en la higiene diaria no debe faltar la limpieza detrás de las orejas.
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Evitar tocar los picaportes de baños públicos
Hay mucha gente que se lava las manos de forma deficiente o ni siquiera se las lava, por lo que los picaportes están llenos de patógenos. Usa un papel o cualquier otra cosa para evitar tocarlos directamente.
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Limpiar a menudo los pendientes
Si eres una persona que lleva a menudo pendientes, no te olvides de quitártelos de vez en cuando y lavarlos bien. Notarás la diferencia.
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Desinfectar el móvil a diario
Lo ideal es desinfectar el teléfono con muchísima frecuencia, incluso a diario, ya que llega a acumular numerosos patógenos.
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