Unos 800 niños de la provincia de Huelva participan este sábado en Moguer, de 10,30 a 14,30 horas, junto con 50 monitores y técnicos del área de Bienestar Social, en la finalización de los talleres infantiles de convivencia y educación en valores, organizados por las zonas de trabajo social de los Servicios Sociales Comunitarios del área de Bienestar Social de la Diputación de Huelva.

En un comunicado, la corporación provincial ha señalado que la conmemoración del centenario de la primera edición de la obra de Juan Ramón Jiménez 'Platero y yo' marca este año la clausura provincial de estos talleres. Además, ha indicado que en estos talleres los niños han aprendido comportamientos y actitudes positivas para la convivencia y la integración social, y ha añadido que en la realización de estos talleres colaboran los ayuntamientos y los centros educativos.

Así, la diputada de Bienestar Social, Rocío Cárdenas, que ha asistido a esta clausura junto al alcalde de Moguer, Gustavo Cuéllar, y la concejal de Bienestar Social, Paqui Griñolo, ha destacado la importancia de este proyecto como una herramienta "útil" para la prevención y atención a los problemas de la infancia, y ha señalado que estos talleres constituyen "una de las actuaciones preventivas prioritarias para los Servicios Sociales Comunitarios de Diputación".

Desde el año 2000 vienen desarrollándose en las distintas zonas de trabajo social estos talleres, que también suponen, según la diputada, "un apoyo a las familias en su labor educativa". Igualmente, ha resaltado que "su aceptación y su valoración positiva" por la población en general, los padres, los centros educativos y los propios menores, "se incrementa edición tras edición".

Según señala la nota, el Claustro del Convento de San Francisco, la Plaza de las Monjas, el Castillo, el Ayuntamiento y la Plaza de la Iglesia de Moguer, son algunos de los escenarios elegidos para que los jóvenes "se diviertan y aprendan" recreando algunos de los capítulos de 'Platero y yo'. Del mismo modo, ha apuntado que "bailes, juegos con paracaídas de animación, lecturas de poemas, yincanas y disfraces, inundan las calles de Moguer, con sus jóvenes protagonistas identificados por medio de pegatinas con nombres tan evocadores como Juan Ramón, Zenobia, Platero, Darbón, Pinito o Doña Domitila."

Del mismo modo, ha señalado que para comprender mejor el universo de Platero, la Diputación ha entregado a los niños ejemplares de una versión del poema en prosa de Juan Ramón Jiménez adaptada para niños.

Formar para la convivencia y educación en valores sociales, como la solidaridad, la interculturalidad, la igualdad y el respeto a las diferencias son los objetivos fundamentales de estos talleres, que pretenden la construcción de una sociedad "más plural y tolerante", señala la corporación provincial.

Además, dependiendo de las zonas de trabajo social donde se realicen adoptan un nombre distinto. Así, en el Andévalo se denominan 'Tierra de cuentos'; en el Cinturón Agroindustrial y Ribera del Tinto, 'Chamán'; en el Condado Norte, 'Duende'; en el Condado Sur, 'Trotamundos'; en la Costa, 'Pirata'; en la Cuenca Minera 'Urium'; en la Sierra Este, 'Manú'; y en la Sierra Oeste, 'Buba'.

Este sábado se clausuran en Moguer 40 de estos talleres, que se han realizado desde octubre en 40 municipios de la provincia, con una cobertura poblacional de un 35 por ciento, 900 niños atendidos, señala la Diputación onubense. En este sentido, indica que de éstos, un 21 por ciento han sido menores "que presentaban alguna dificultad en su comportamiento", y el resto, un 79 por ciento, no presentaban ninguna.

De la misma manera, la institución provincial ha apuntado que en su mayoría han sido niños de cuarto y quinto de Primaria, con unos porcentajes de 50,5 por ciento y 21 por ciento, respectivamente.

Los talleres se han desarrollado con una media de 20 menores por taller y en sesiones semanales de dos horas de duración. Las áreas de trabajo más frecuentes han sido las de desarrollo y crecimiento personal, la educación para la convivencia, la educación en valores, el ocio y el tiempo libre y la educación para las salud.

Además, los menores, de diez y once años, han realizado actividades lúdicas-recreativas, socioculurales, artísticas, medioambientales y formativas, en las que han tenido cabida el deporte, los talleres de lectura, el teatro, la plantación de árboles, los debates, y hasta programas de radio. Los padres también han participado en este proyecto por medio de talleres de formación, actividades de convivencia y relajación y atención individualizada a través del Servicio de Atención a Familias de Diputación.

Igualmente, se han realizado campañas de sensibilización dirigidas a la población en general sobre los derechos de los menores y comisiones municipales y comarcales de infancia. Asimismo, la corporación supramunicipal ha apuntado que los talleres son impartidos por monitores y educadores sociales de las zonas de trabajo social de los Servicios Sociales Comunitarios de Diputación.