Los onubenses deben a los bancos más del doble de lo que tienen en sus cuentas

  • El mayor nivel de endeudamiento de los onubenses no parece afectar a las agencias de viajes.
  • Huelva se sitúa entre las provincias españolas donde mayor diferencia hay entre el ahorro y la deuda,.
  • Las deudas no sólo no están provocando que los onubenses viajen menos, sino que incluso lo están haciendo más que antes.

El mayor nivel de endeudamiento de los onubenses a costa del encarecimiento del precio del dinero y la consecuente subida de los tipos de interés no parece afectar a las agencias de viajes, según Huelva Información . Si hay que apretarse el cinturón, los onubenses parece que están dispuestos a hacerlo en cualquier otro ámbito que no sea el de los viajes de placer, según los datos que maneja la Asociación Provincial de Agencias de Viaje, aunque lo que sí se ha percibido en los últimos meses es un cambio de tendencia, tanto en los destinos como en la duración de los desplazamientos y en la antelación con la que se realizan las reservas, lo que a su vez trae consigo la posibilidad de aprovecharse de mayores descuentos y ofertas.

Los últimos datos del Banco de España sitúan a Huelva entre las provincias españolas donde mayor diferencia hay entre el ahorro y la deuda, de manera que el dinero que los onubenses deben a los bancos es más del doble (supera en un 118 por ciento) del que los onubenses tienen en sus cuentas, algo que ya se ha comenzado a notar en determinados ámbitos de consumo, pero que de momento no está afectando a las agencias de viaje. Las deudas no sólo no están provocando que los onubenses viajen menos, sino que incluso lo están haciendo más que antes, aunque prácticamente por el mismo dinero, según explica María José Barranco, de la agencia de viajes Aerosur.

La conducta ha variado y si antes lo habitual era realizar uno o dos viajes de una semana o diez días de duración al año, ahora los onubenses apuestan más por hacer más salidas pero aprovechando los fines de semana y no sólo en temporada alta, lo que resulta más económico. El efecto se está percibiendo además en el comportamiento de los hoteles “que si antes sólo abrían durante la temporada alta, ahora lo están haciendo prácticamente durante todo el año”. Los que está abriendo nichos turísticos que hasta ahora se estaban explotando menos, como los culturales o ‘minivacaciones’ rurales. De hecho se está percibiendo que si bien hace un año los viajes contratados entre Navidad y verano llegaban de la mano de los ejecutivos y empresarios, principalmente, ahora, desde diciembre se están vendiendo viajes para diferentes destinos. Fundamentalmente europeos, a lo que ha contribuido también la proliferación de compañías aéreas de bajo coste, sobre todo teniendo en cuenta que el principal medio de transporte utilizado por los onubenses para sus desplazamientos es el avión.

Pero además y ahí reside una de las claves para seguir manteniendo el mismo volumen de actividad en las agencias, las reservas se realizan con mayor antelación que hace un año, llegando incluso a cerrarse con un año de antelación, lo que repercute muy positivamente en el bolsillo de los consumidores, que pueden incluso beneficiarse de descuentos de hasta el 25 por ciento. Los destinos de las vacaciones más largas también han ido variando y si hace unos años el preferido por las familias para pasar quince días en verano era la Costa del Sol, ahora éste ha quedado prácticamente desterrado. La razón está clara: el coste. A una familia media le sale por 3.000 euros, cuando por algo menos una tercera parte de esta cantidad (entre 800 y 900 euros) se puede viajar al Caribe o Tenerife, destinos por lo que ahora apuestan fuertemente los onubenses, con alojamiento en hoteles de cuatro estrellas y con todo incluido.

Además, ciudades como Praga o Amsterdam y en general todas las grandes capitales europeas se están convirtiendo en las más demandadas por los clientes de Huelva. Situación a la que ha contribuido el coste (a una persona un viaje de una semana a cualquiera de estos destinos le puede salir por 600 euros) y la obligatoriedad impuesta en todos los hoteles de la costa española de establecer un mínimo de estancia para poder realizar una reserva en temporada alta, lo que “ahuyenta a quienes o bien sólo pueden disponer de tres días o bien no pueden destinar 2.000 euros para disfrutar de una estancia más larga”, explica Barranco.

La situación económica, además está ayudando a que el sector de los cruceros esté en continuo crecimiento. Y si antes lo contrataban mayoritariamente parejas de novios, ahora se ha extendido a todo tipo de público. Y es que una semana con todos los gastos incluidos (comidas, desplazamientos, etc.) y una oferta “apetecible” tiene un precio que oscila entre los 900 y los 1.000 euros. “En este tipo de viajes -explica Barranco- las reservas se están adelantando más que en otras, de forma que ahora ya tenemos viajes cerrados para el verano de 2008, lo que permite conseguir las mejores ofertas que ofrece el mercado”. Y de eso se han percatado los consumidores que han hecho que el sector registre ya unos incrementos que rondan el 20 por ciento y que se espera que sigan en aumento.

Ante esta situación se deduce que los viajes han pasado a formar parte de la cultura de consumo de los onubenses, que incluso han comenzado a incluirlos en celebraciones en las que hasta ahora no eran habituales como las comuniones: “Está de moda y muy extendido en la provincia celebrar este tipo de acontecimientos con viajes a parques temáticos”, algo lógico si se tienen en cuenta que su coste ronda los 300 euros (incluida media pensión) y que en ocasiones el viaje se convierte en el sustitutivo de una gran celebración multitudinaria, que eleva el presupuesto de forma considerable. Prueba de esta asimilación es también el cambio de perfil del onubense que viaja: “Antes lo hacía quien tenía mayor poder adquisitivo y ahora el que gasta dinero en viajes es el que dispone de una economía media”, puntualiza Barranco.

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