El abogado del expresidente del Govern Jaume Matas, Miquel Arbona, ha rechazado, en la recta final del segundo juicio que ha tenido lugar contra su patrocinado, que la declaración de algunos de los testigos que han comparecido en la vista oral haya estado condicionada, al aseverar que la carrera política de Matas está "absolutamente enterrada". "Qué poder va a tener si por la calle le insultan e incluso, yendo ayer con él por la calle, me cayó un chorizo", ha manifestado.

En su intervención durante la exposición de los informes finales, el letrado se ha dirigido así a los miembros del jurado popular para preguntarles "qué miedo pueden tener los testigos al mentir" si Matas ya no es mandatario de la Comunidad Autónoma y su carrera política "no solo está acabada, sino absolutamente enterrada".

El letrado ha realizado estas afirmaciones después de que el fiscal anticorrupción Pedro Horrach, en su turno de palabra, insinuase que la declaración de algunos de los testigos que han depuesto en el juicio podría estar condicionada e influida por el expresidente.

La defensa de Matas solicita su libre absolución al manifestar que éste acudió a finales de 2006 al hotelero Miquel Ramis para pedirle trabajo para su mujer por su relación "de amigos" y no en provecho de su cargo como presidente. Es más, durante su intervención de este miércoles ha manifestado que Matas realizó esta gestión "porque se sentía responsable del fracaso de su esposa en el anterior trabajo que desempeñó". Arbona ha apuntado que Maite Areal fue dada de alta en la Seguridad Social y satisfizo "todos los impuestos".