Poco después de las diez de la mañana de este sábado quedó abierta la capilla ardiente de Amparo Rivelles en el madrileño Teatro Alcázar, donde la actriz fallecida el jueves pasado a los 88 años logró muchos de grandes éxitos.

En el escenario del teatro, rodeado de coronas de flores, se encontraba el féretro con los restos mortales de Rivelles, así como un retrato de la artista, un crucifijo y un libro de condolencias. Una de las primeras personas en acudir a rendir un homenaje a Rivelles fue la alcaldesa de Madrid, Ana Botella.

Dos pantallas en el acceso al teatro y otra más en el vestíbulo han emitido escenas de películas y de obras de teatro en las que intervino Amparo Rivelles, a la que se recordará como la elegante "gran dama" de la escena. La capilla ardiente permaneció abierta hasta las 15.00 h de este sábado.

Entre sus interpretaciones más elogiadas se encuentran Eloisa está debajo del almendro, Anillos para una dama, de Antonio Gala, y El caso de la mujer asesinadita, de Miguel Mihura, con la que obtuvo el premio que lleva el nombre del autor.

Trabajó además con Orson Welles y vivió en México en un exilio voluntario entre 1957 y 1979, dos décadas en las que destacó como interprete en el país latinoamericano.

Además de nieta de actores, José Rivelles y Amparo Guillén, e hija de actores, Rafael Rivelles y María Fernanda Ladrón de Guevara, era hermana de Carlos Larrañaga y tía de los actores Amparo Larrañaga y Luis Merlo.