Condenan a seis años y medio años de prisión al individuo que mató a su primo en Patiño

La Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a Antonio G. a seis años y medio de prisión por haber quitado la vida a su primo en la pedanía murciana de Patiño en enero de 2010.
Imagen del acusado de Patiño y su abogado
Imagen del acusado de Patiño y su abogado
EUROPA PRESS
Imagen del acusado de Patiño y su abogado

La Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a Antonio G. a seis años y medio de prisión por haber quitado la vida a su primo en la pedanía murciana de Patiño en enero de 2010.

Tras emitir el Jurado Popular el veredicto unánime de culpabilidad, la presidenta del Jurado, María Jover, considera que Antonio es autor criminalmente responsable de un delito de homicidio, con la concurrencia de las atenuantes de reparación del daño y de confesión de los hechos, con la accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y costas.

Asimismo, indica que el acusado deberá indemnizar a la hija de la víctima con 100.000 euros por el fallecimiento de su padre, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Murcia (TSJRM).

Para el cumplimiento de la pena le será restado el tiempo que estuvo privado de libertad por esta causa, del 30 de enero al 2 de febrero de 2010 por detención, y del periodo de tiempo que permaneció en situación de prisión provisional por esta causa, del 2 de febrero al 16 de junio del mismo año.

Los hechos ocurrieron en enero de 2010 cuando el procesado se dirigió hacia unas tierras de labor en un carril de la pedanía murciana de Patiño cuando coincidió con su primo, quien se encontraba realizando labores de fumigado, portando para ello una máquina fumigadora portátil que llevaba colgada a la espalda.

A continuación, el acusado y la víctima iniciaron una discusión, momento en el que A.G.G. comenzó a golpear con fuerza y repetidas veces en diversas partes del cuerpo a su primo, ocasionándole diversas heridas en la cara, pérdida de varios dientes y fractura de una costilla.

Cuando la víctima cayó al suelo, el procesado le apretó con fuerza en la zona del cuello, afectando a los músculos del cuello y produciéndole rotura del cartílago y de un hueso, lo que le ocasionó pérdida de paso de aire a los pulmones.

Unas circunstancias que, sumadas a la gran cantidad de sangre que ingirió la víctima por las heridas, produjeron una insuficiencia respiratoria que ocasionó su fallecimiento a los pocos minutos.

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