El presidente en funciones de Sniace, Miguel Gómez de Liaño, ha afirmado que con la "incertidumbre" actual en el ámbito energético, la empresa "no se puede abrir". Así lo ha afirmado tras la reunión a tres bandas entre el Gobierno, la dirección de Sniace y el comité, celebrada este miércoles en la sede del Ejecutivo regional.

Sin embargo, y pese a que los "peligros" que se ciernen sobre Sniace siguen ahí, los representantes de los trabajadores han salido de la reunión "moderadamente optimistas", al considerar que la empresa "ha dado entender" que Sniace tendría viabilidad si se materializan los aspectos derivados de la reforma energética (rebaja del 'céntimo verde' y primas a la cogeneración), algo que "parece que va a tardar" y que no ocurrirá "hasta finales de año", según ha explicado el secretario del comité, Antonio Pérez Portilla.

El comité "no entiende" que la fábrica se pueda cerrar "porque las primas no se vayan a concretar hasta diciembre", y por ello, se ha centrado en intentar "materializar el arranque de la empresa". Así, ha vuelto a pedir a la empresa la retirada del ERE de extinción para los 533 trabajadores, la totalidad de la plantilla, o su conversión en prejubilaciones, y se ha mostrado dispuesto a negociar un nuevo expediente de regulación de empleo temporal para "dar margen" a que se concreten y materialicen los cambios normativos derivados de la reforma energética.

Gómez de Liaño ha explicado tras la reunión que la petición del comité es técnicamente inviable, pero ha recordado que el propio ERE de extinción no tiene por qué afectar a los 533 trabajadores incluidos inicialmente, algo que se negociará durante el periodo de consultas ya en marcha.

Por su parte, el presidente del Gobierno, Ignacio Diego, ha destacado que la propia empresa ha reconocido que "va a salir beneficiada" con la nueva regulación energética y ha cuestionado que, pese a ello, argumente que "no pueda arrancar" porque "todavía no sabe lo que va a cobrar por el precio de la energía".

Diego ha reiterado que el futuro de Sniace no depende ni del Gobierno de Cantabria ni del Gobierno central, porque "tanto uno como otro han hecho todo lo que tenían que hacer" en beneficio de la empresa, consiguiendo en el ámbito medioambiental "incluso más de lo que algunos, incluido yo, esperaban que se podía hacer", ha dicho.

Por ello, ha insistido en que el futuro de Sniace depende "de los acuerdos internos" de la empresa. "Si el Gobierno ha puesto a Sniace en una situación mejor a la que estaba desde el punto de vista energético, si ha resuelto un problema que era determinante como el de las emisiones de bisulfuro de carbono, ¿qué más se le puede pedir al Gobierno?", se ha preguntado.