Ofensiva de limpieza contra los chicles en Barcelona

  • El Ayuntamiento destina 21.000 euros a limpiar 55.714 chicles desde marzo.
  • Es parte de la segunda fase del plan de mejora de la limpieza viaria.
  • Se limpian con agua a alta presión, vapor de agua y detergentes biodegradables.
  • Los operarios se centran en los puntos más concurridos de la ciudad.
  • Hay 1,6 millones de chicles en el suelo y cuesta 0,2 euros limpiar cada uno.
Una brigada de limpieza de Barcelona.
Una brigada de limpieza de Barcelona.
AJUNTAMENT DE BARCELONA
Una brigada de limpieza de Barcelona.

El Ayuntamiento de Barcelona ha eliminado en cinco meses un total de 55.714 chicles y 707 manchas de 297.775 metros cuadrados de acera, durante la segunda fase del plan de mejora de la limpieza viaria que empezó en marzo.

Tras una demostración este martes en la plaza de la Virreina, en el barrio de Vila de Gràcia, el tercer teniente de alcalde y responsable de Hábitat Urbano, Antoni Vives, ha explicado que destinan 21.000 euros a la actuación en el marco del presupuesto del área de urbanismo.

La capital catalana estima que en la ciudad puede haber cerca de 1,6 millones de chicles en el suelo, de forma que si los barceloneses y turistas los hubiesen lanzado en el lugar apropiado saldrían a 63 por cada una de las 25.000 papeleras instaladas en la calle.

Vives ha mostrado una imagen de una papelera en cuyo alrededor se cuentan decenas de manchas de chicles, y estima que cuesta 0,20 euros retirar cada uno, ante lo que ha reclamado a los barceloneses y turistas actuar con "responsabilidad" y contribuir a mantener la ciudad limpia.

Ha recordado que el Ayuntamiento puede multar a quien ensucia pero él lo contempla como último recurso, y antepone mantener la ciudad limpia a las sanciones: "Si actuamos solo movidos por el miedo a la multa estamos haciendo alguna cosa mal".

El Ayuntamiento quiere llegar hasta finales de año a más de 80 puntos de los diez distritos, y ya lleva el 80% de la actuación, y del total de unidades retiradas, 1.152 se hallaban bajo elementos del mobiliario urbano, como bancos, contenedores y papeleras, entre otros.

La limpieza se realiza con equipos dotados de vehículos de agua a alta presión y vapor de agua —la flota es de 17 y funcionan con gasóleo—, y Vives ha destacado que el sistema evita dañar la piedra, usa "ocho veces menos de agua que hace un año" y emplea detergentes biodegradables.

Una vez se ha logrado despegar el chicle suele deshacerse, quedando restos de goma que el mismo equipo que ha lanzado agua a alta presión puede acabar de retirar o lo pueden rematar después los operarios que pasan, por ejemplo, con las barrenderas.

Zonas concurridas

La actuación se centra en los puntos más emblemáticos y concurridos de cada distrito, y solo en los 200 metros cuadrados entre la entrada al Metro de la plaza Urquinaona y el quiosco que hay al lado se han sacado más de 1.600 chicles, han explicado los operarios a Europa Press.

Entre los otros puntos donde se actúa figuran las calles Pelai y Verdi; las plazas Lesseps, Molina, Orfila y Angel Pestaña; la avenida Gaudí, Mistral y algún tramo de Meridiana y Diagonal, y alrededor de la Sagrada Família y del Camp Nou.

En marzo el consistorio también empezó la campaña 'Dissabte fem el barri a fons' ('El sábado hacemos el barrio a fondo') donde las quejas por suciedad eran entre un 5% y un 7% superiores a la media de la ciudad, y ahora se registra en ellos un 2% de quejas por debajo de la media, según Vives.

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