La Sala Civil i Penal del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) ha concluido que los cinco condenados por matar de un tiro en la nuca al director del Centre de Convencions Internacional de Barcelona (CCIB) en la calle Santaló en febrero de 2009 actuaron con alevosía, por lo que ha elevado significativamente las penas de prisión.

Al inductor, Manuel Moreno, le aumentan la condena de 18 a 22 años respecto a la que había impuesto la Audiencia de Barcelona; a su cuñado y encargado de buscar al ejecutor del crimen, Said Sánchez, de 13 a 15 años; al cooperador necesario, Jair Castro, de 16 a 20, y al sicario, Jorge Andrés Madrid el TSJC mantiene la pena (24 años y medio) porque en su caso ya se había considerado el agravante de alevosía.

El TSJC sostiene en una resolución de 74 páginas los recursos de Fiscalía y de diversas defensas de que todos estaban de acuerdo en matar a Touriño, que los sicarios cobraron el pacto y que todos participaron en la decisión de cuándo hacerlo a pesar de que "la forma concreta de ejecutar el mandato criminal fuera decidida exclusivamente por el autor material" por lo que justifica extender el agravante de alevosía al resto de condenados.

"Ha quedado meridianamente claro que tanto el inductor como los otros cooperadores necesarios participaron activamemente durante los dos días anteriores al asesinato, al lado del autor material, en la vigilancia y seguimiento de la víctima", concluye el escrito.

La Audiencia de Barcelona no había considerado este agravante porque el jurado popular no ha considerado probado "que la agresión mortal se hubiese de producir por la espalda encontrándose la víctima totalmente desprevenida", es decir, que el resto de implicados no conocían el plan al detalle.

Según el relato de la Audiencia, este día a las 8.15 Jorge Andrés Madrid García "abordó sorprendentemente" a Touriño cuando iba caminando por la calle Santaló y le disparó por la espalda con una pistola semiautomática Daewoo un tiro en la nuca; después se quitó el pasamontañas y huyó a Madrid en el coche de Yader Jair Castro, que le estaba esperando.

Todo parte del plan que hurdió Manuel Moreno para matar a Touriño, que entonces era su jefe, porque le iba a despedir de su puesto de trabajo al frente del departamento de audiovisuales del CCIB.

Por eso, pidió ayuda a su cuñado Sahid Sánchez, que se encargó de contactar con Yader Jair Castro, y éste con el sicario, Jorge Andrés Madrid, que habría cometido el crimen a cambio de dinero y desde un principio "asumió la posibilidad de que la ejecución del plan pudiera acabar con la vida de Touriño".

Para ponerse en contacto con Touriño, Moreno se valió de que éste venía en su coche y le dio los datos a su cuñado para que contactase con él y así "facilitar los seguimientos" para ubicar su domicilio, el de la su novia, el aparcamiento de casa y el del trabajo, en los que participaron todos los acusados.

El mismo día del crimen, Sahid Sánchez se desplazó a Madrid para pagar a los sicarios por el trabajo hecho; después de la muerte de Touriño, Sahid Sánchez y Yader Jair Castro viajaron hasta Colombia, donde estuvieron hasta que se dictaron las órdenes de extradición.