El diputado de Foro en la Junta General Juan Ramón Campo ha presentado este jueves una interpelación en nombre de su Grupo Parlamentario para conocer el posicionamiento del Gobierno autonómico sobre las "constantes inundaciones" del bajo Nalón y de la vega de Candamo, "que ponen en serio peligro la actividad tradicional de agricultores y ganaderos en uno de los lugares más privilegiados que tiene Asturias para la agricultura".

"Las constantes inundaciones del bajo Nalón y de la vega de Candamo, así como la falta de respuestas por parte del Gobierno socialista, exigen soluciones inmediatas", señala el parlamentario de Foro en nota de prensa.

Campo destaca que esta iniciativa parte de la reunión mantenida con los afectados, el pasado 31 de enero, en la que trasladaron sus inquietudes por un problema que, según ellos, se remonta al año 2010, "a causa de una riada que motivó la caída de árboles y que supuso la modificación accidental del cauce del río, hecho que, unido a la falta de limpieza y mantenimiento del cauce y de las márgenes, motivó posteriores inundaciones que ya vienen siendo habituales".

Al respecto, Campo se pregunta cuál es la gestión que está llevando a cabo la Confederación Hidrográfica, "que únicamente autorizó en algún caso concreto a rellenar sus predios, una solución no definitiva que tampoco pueden acometer los afectados por falta de medios económicos". "La Confederación Hidrográfica es conocedora de todas las circunstancias reseñadas, tras varios informes, fotografías y peticiones, registrados de forma reiterada por las víctimas de estos daños, a los que nunca han tenido respuesta", reprocha.

Así, pide "una restauración del cauce fluvial, una limpieza y un mayor control de los embalses para evitar que en el futuro vuelvan a repetirse hechos tan lesivos para la economía local y por ende autonómica, que están obligando a los agricultores a desplazarse a localidades cercanas, como San Tirso, e incluso a otros municipios, huyendo de los estragos ocasionados por las riadas, pero encareciendo y dificultando su labor, en unos momentos en los que ya resulta de por sí, lo suficientemente difícil".

"A estos daños, no podemos olvidar sumar otros no menos importantes, como los daños en las vías del tren, que discurren paralelas al río, o en los caminos de acceso a las vegas, que suelen restaurar los propios vecinos, usuarios de los mismos, mientras contemplan como pierden superficie cultivable, riada tras riada, que es asumida por el río y sobre la que no pueden actuar, incluso ni acometer labores de limpieza y retirada de basuras, sin el riesgo de sufrir una sanción económica", concluye Campo.