El vicesecretario general del PSOE-A, Mario Jiménez, ha manifestado este martes que la presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, "raya la extrema derecha" tras la decisión sobre la eliminación de los sueldos de los diputados autonómicos en esa comunidad.

En declaraciones a los periodistas, Jiménez se ha mostrado convencido de que, con esa decisión, De Cospedal ha intentado "desarmar elementos que forman parte de la arquitectura de la democracia en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha" y ha lamentado que mientras el Ejecutivo autonómico se preserva "todos los recursos económicos y se va a gastar una parte importantísima de los mismos en garantizar no solamente el gobierno, sino un ejercito de asesores, se esté intentando debilitar la labor de control, de impulso y de salvaguarda de la democracia que ejerce siempre un Parlamento en una democracia".

"Lo característico de una democracia no es el gobierno, porque en las dictaduras también lo hay, sino el Parlamento y la oposición y que ésta pueda tener los elementos para poder ejercer esa labor de control de la acción de un gobierno", según ha indicado Mario Jiménez.

A su juicio, Dolores de Cospedal ha demostrado que es "una persona que raya la extrema derecha" y ha expresado que no se puede consentir, "con la excusa banal, falsa e hipócrita de la crisis, esa estrategia, que tiene un seguidismo humillante del PP andaluz, de destrozar y llevarse por delante elementos que son fundamentales para la democracia, como el Defensor del Pueblo, la Cámara de Cuentas y ahora el propio funcionamiento del Parlamento autonómico de Castilla-La Mancha".

En su opinión, Cospedal, dada su condición de secretaria general del PP, "está posicionando al PP en España en la radicalidad más extrema dentro del espectro de la derecha de este país".

Ha insistido en que es muy grave que se reserven los recursos económicos para el Gobierno de Castilla-La Mancha y sus asesores y se pretenda que los ciudadanos "no puedan tener unos representantes que cumplan con su obligación". Para Jiménez, este ha sido uno de los golpes más duros que se le ha dado a la democracia en España desde la Constitución de 1978.