Editores, libreros, agentes literarios y escritores coinciden en que la Diada de Sant Jordi de este año será mejor que la del pasado, a pesar de la crisis económica y del avance imparable de la digitalización, porque vuelve a caer en día laborable, y no en un sábado en plena Semana Santa como en 2011.

"En Sant Jordi no hay crisis. Es un paréntesis, una movida que no falla", proclama el librero Guillem Terribas, de la librería 22 de Girona, mientras la directora editorial del Grup 62, Ester Pujol, apunta que es el "mejor día del año" y el periodista y escritor Rafel Nadal sostiene que es la "gran fiesta especial de Cataluña".

El presidente del Gremio de Editores de Cataluña, Xavier Mallafré, asevera que durante la jornada de este año "se venderán y se regalarán más libros que en la del año pasado, porque vuelve a caer en un día laborable, la gente está en su ciudad y saldrá a pasear después del trabajo". Aunque la coyuntura económica no ayude, Mallafré sostiene que Sant Jordi se caracteriza por el regalo de libros. "Lo que puede ocurrir es que mientras antes había quien adquiría dos o más títulos, ahora se queden sólo con uno, pero la tradición no acaba".

Respecto a la digitalización, remarca que aunque sí aumenta el número de lectores en este soporte, "en la jornada del lunes no será lo medular, porque si algo singulariza el día es el regalo del libro en papel". El Gremio de Libreros espera que Sant Jordi ayude al sector a remontar las ventas de los últimos meses y a, "como mínimo, igualar" la facturación de 17 millones de euros del año pasado.

La agente literaria Anna Soler-Pont señala que el lunes será un día especial para ella, en plena celebración de las dos décadas de su agencia, y porque uno de los "best seller" del momento, El abuelo que saltó por la ventana y se largó es de un autor, Jonas Jonasson, representado a nivel mundial por su agencia, Pontas. La editora de La Campana, Isabel Martí, que publica en catalán la novela de Jonasson, se muestra satisfecha por cómo se presenta la jornada del lunes y subraya que "cuando uno forma parte de una editorial pequeña tiene que tirar de ingenio para ser visible".

Echando mano de ello, avisa que ha conseguido que el lunes el protagonista de El abuelo que saltó por la ventana y se largó, Allan Karlsson, esté, como en la portada del libro, convenientemente vestido de rosa, por las calles de Barcelona dispuesto a firmar ejemplares. Otra editora, Berta Bruna, de Columna, dice tener a punto sus zapatillas deportivas para poder estar al lado de todos los autores de su sello, en un momento en el que "la tentación de comprar libros seguirá siendo más fuerte que la crisis".

Respecto a los autores que más se venderán, Ester Pujol cree que, "una vez más, se demuestra la gran creatividad y la fuerza de los autores catalanes", y cita a algunos de su grupo, como el propio Nadal, Lluís Llach, Jaume Cabré, Imma Monsó, Empar Moliner, Sebastià Alzamora o Xavier Bosch.

Terribas apunta también a autores como Eduardo Mendoza, Maruja Torres, Enrique Vila-Matas o Carlos Ruiz Zafón, aunque también estarán en un buen lugar los últimos títulos de Paula Auster o Asa Larsson. "Este año la liga de los más vendidos estará muy igualada", concluye.