Mucha gente se duerme escuchando la radio, viendo la televisión o leyendo, actividades muy comunes hasta que ocurren accidentes como el que le ha sucedido a Ben Hsu, un joven taiwanés que se quedó dormido con los AirPods puestos.

Hsu despertó a la mañana siguiente y no fue capaz de encontrar uno de sus audífonos inalámbricos. Lo buscó por toda la cama, entre las sábanas y las mantas y al final tuvo que activar la función de búsqueda que hace que el dispositivo emita un pitido.

Al principio no supo determinar de dónde procedía, hasta que tras concentrarse mucho y moverse por la habitación se percató de que provenía de él mismo.

Asustado por lo que pudiera pasarle a su estómago, el joven fue al hospital. Allí, los médicos le hicieron una radiografía para confirmar que, efectivamente, el audífono se encontraba en su sistema digestivo, tal y como informa el Daily Mail.

Le recetaron un laxante con la esperanza de que Ben expulsase de forma natural el audífono en un un máximo de 24 horas o tendrían que operarlo para sacarlo.

Por suerte, el Airpod salió sin problema al día siguiente. Además, el joven compartió una fotografía después del hallazgo, donde aseguraba que el dispositivo seguía funcionando, ya que la cubierta de plástico había protegido el casco de los jugos gástricos.