Su nombre es Kiril Tereshin pero es más conocido como el 'popeye ruso' por el volumen de sus brazos. Ha contado en una entrevista al diario ruso MK que no puede aguantar más en dolor y cree que morirá pronto.

Hace varios meses confesó a través de las redes sociales que sufría dolores, que su temperatura corporal era alta y que si no se recupera podrían amputarle los brazos. "Me aplico hielo durante una hora y tomo medicinas tres veces al día", explica.

Kiril se inyectó Synthol - un aceite que ayuda al rápido aumento de volúmen de los músculos- en los bíceps porque quería romper todos los récords como culturista tras dejar el ejército.

El pasado diciembre un médico advertía del peligro de la práctica: "Es muy probable que le amputen las extremidades superiores en un futuro", contaba en Daily Mail. Sin embargo Kiril, de 21 años, quería llegar a su objetivo y siguió introduciendo la sustancia compuesta de un 85% de aceite, un 7,5% de alcohol y otro 7,5% de lidocaína - un fármaco perteneciente a la familia de los anestésicos locales-.