Tal y como plantea el popular cómic de Mark Millar Kick-Ass, solo es cuestión de tiempo que algunos tipos aficionados a los superhéroes decidan enfundarse un traje de licra y una máscara y salir a la calle a intentar luchar contra el crimen.

De hecho, ya se han dado varios casos. El último es el del Batman de Okanagan, un misterioso tipo que a menudo se deja ver por la citada localidad canadiense en eventos benéficos, fiestas infantiles o simplemente paseando y charlando con los transeúntes.

Su última aparición conocida tuvo lugar hace pocos días, cuando el aspirante a Caballero Oscuro detuvo su peculiar Batmóvil cerca de donde se encontraba la policía y se ofreció a ayudarles, una colaboración que los agente no dudaron en rechazar.

Todo fue grabado por una mujer, que subió el suceso a la redes, donde no tardó en hacerse viral. "Todo lo que sé es que la policía tenía bloqueada una sección de la calle Pandosy y que sacaron sus armas. Batman se detuvo frente a nosotros, saltó y se acercó para ayudar antes de que fuera expulsado de allí debido a que no era seguro", relató Melissa Parent.

La Policía explicó posteriormente que los agentes estaban respondiendo a un incidente doméstico en el que podría haber implicada un arma de fuego. "Investigaciones posteriores revelaron que no se trataba de un arma de fuego, y no se presentaron cargos", explicaron.

"En cuanto a la presencia de Batman en la escena... Cuando hay un suceso en marcha que puede ser de naturaleza potencialmente grave, como supondría la mayoría de la gente por el hecho de que los miembros se desplegaron con carabinas, el público debería permanecer alejado del área, puesto que se están poniendo a sí mismos y las vidas de los agentes en peligro", dijeron.

"Las situaciones como esta son dinámicas y están sujetas a cambios muy rápidos. La presencia de Batman o de cualquier otra persona es una distracción no deseada y una tontería, ya que supone un riesgo".