¿Qué habría ocurrido si en el último momento Frodo, presa de la codicia, no hubiera arrojado el anillo único a los fuegos del Monte del Destino? ¿Qué habría sido de la Tierra Media y de todos sus habitantes? ¿Habría conseguido Sauron imponer su oscuridad y dominar a todos los pueblos? O más inquietante todavía... ¿qué habría sucedido si, una vez en medio de la lava, el aro no se hubiera fundido?

Esto último es lo que se preguntó el divulgador y 'youtuber' estadounidense Kyle Hill, que quiso constatar hasta qué punto es comparable la realidad a la ficción, según cuenta Gizmodo. Para comprobarlo, se trasladó, anillo en mano, a Siracusa, en el estado de Nueva York.

Una vez allí, realizó su experimento junto al geólogo Jeff Karson, de la Universidad de Siracusa, que alberga uno de los laboratorios sobre lava más destacados del mundo. 

Para llevarlo a cabo, tomaron un manto de lava fundida y, sobre él, depositaron una réplica moderna del anillo de poder confeccionada en titanio y chapada en oro. Tras esperar un tiempo a que se enfriara el material incandescente y, por tanto, se solidificara, comenzaron a buscar el aro en la masa que se había formado.

Después de más de veinte minutos reduciendo a pedazos la masa que se había formado, Hill encontró el anillo, para -tal vez-satisfacción de Sauron. Se encontraba atrapado en un bloque de lava solidificada.

¿Cómo es esto posible? La explicación que da el divulgador a lo ocurrido es que la temperatura del anillo es mucho más baja que la de la lava que tiene alrededor, lo que hace que esta se convierta en un aislante y lo proteja de acabar fundido y desaparecer.

De cualquier modo y contra todo pronóstico, el resultado es que el anillo de poder sobrevive a la inmersión, pero... ¿qué significa esto? ¿Está flotando en medio de los fuegos del Monte del Destino, protegido por la lava, esperando a que alguien lo recupere? ¿Puede Sauron volver para atormentar a la Tierra Media?