La competitividad excesiva ocurre en todos los ámbitos y en el mundo de las misses no es una excepción. Este fin de semana sucedió un hecho tenso tras la elección de la nueva Miss Sri Lanka, galardón que recayó en Pushpika De Silva. 

Más allá de que no había manera de que la enorme corona de Miss se quedara quieta en la cabeza de la ganadora, todo parecía ir bien, hasta que en en un momento dado la Miss mundo Caroline Jurie, invitada a la ceremonia, apareció en el escenario con visible enfado. 

"¡Hay una regla de que dice que tienes que estar casada y no divorciada, así que soy la primera al decir que la corona va para la primera finalista", le espeta Jurie a la audiencia y a la nueva Miss, Pushpika De Silva. 

En ese momento, la otra Miss que estaba ayudando a colocarse la corona a la ganadora, se la quita de la cabeza y se la pone a la primera finalista, antes de levantar el puño en señal de poder. 

Mientras, De Silva abandona ofendida el escenario. Ahora la Miss agraviada ha hablado asegurando que el brusco tirón con la corona le hizo "heridas en el cráneo" y defendiendo su título.

"No soy una mujer divorciada", escribió en un comunicado De Silva. "Si estoy divorciada, les desafío a que presenten mis papeles de divorcio", animaba. 

"A pesar de que me han arrebatado esa corona simbólica de la cabeza, quisiera informarles que ya tomé las acciones legales necesarias por la injusticia y el insulto que se ha producido", continuó De Silva. "¡La reina no es una mujer que arrebata la corona de otra mujer, sino una mujer que en secreto coloca la corona de otra mujer!", reivindicaba. 

La organización de Mrs. Sri Lanka World aseguró por su parte que "fue una vergüenza cómo se comportó Caroline Jurie en el escenario y la organización Mrs. World ya ha comenzado una investigación sobre el asunto", además de aclarar que De Silva es la ganadora legítima del título.