Un saco de mangos, un pitido en el coche y el miedo a perder 400 euros: así es la anécdota que provoca risas en Twitter

Una mujer se coloca el cinturón de seguridad en un coche.
Una mujer se coloca el cinturón de seguridad en un coche.
GTRES
Una mujer se coloca el cinturón de seguridad en un coche.

Cualquier mínimo problema en la carretera puede hacer peligrar tu seguridad y la de los demás pasajeros del coche, por lo que es importante revisar el vehículo y cumplir con todas las medidas de seguridad como ponerse el cinturón. Sin embargo, hay ocasiones en las que el conductor se olvida de la protección de algún extraño acompañante... como las bolsas de la compra.

Algo así le paso al tuitero Fuckowski, quien este miércoles contó el absurdo lapsus que tuvo al montarse en el coche y que casi le cuesta 400 euros por llamar al seguro.

Este joven malagueño fue al campo de un familiar a por un saco de 30 kilos de mangos que le regaló y cargó la fruta en el coche junto a él, en el asiento del copiloto.

"Pongo rumbo a casa tranquilamente. Huele a fruta fresca. Pongo música. La vida es bella. Se enciende un piloto rojo en el cuadro de mandos. El coche empieza a emitir un molesto pitido", ha tuiteado. "Un minuto eres feliz y, al siguiente, suena un pito y tienes que llamar a la grúa y dejarte 400 pavos en un taller".

El tuitero intentó después intentar discernir el motivo de la luz y el pitido y pensó que podría ser por la velocidad o por el calentamiento del coche: "Freno un poco y bajo a tercera. Nada, sigue pitando [...] Bajo las ventanillas, todo sea por ventilar. Al medio minuto vuelve el puto pitido".

Finalmente, llega a una gasolinera y, mientras para, desiste y llama a una grúa. "Mire, que llevo hace rato un piloto encendido y un pitido más molesto que un disco de Melendi. Parece grave", le explicó al seguro. "¿De qué piloto se trata, caballero?", le preguntó la persona al otro lado. "Oiga, yo qué sé. Tengo presbicia. Es una cosa roja borrosa", justificó él en su tuit.

Entonces, llegó el momento de descubrir su gran lapsus al ponerse las gafas y mirar el cuadro de mandos. "Es un icono de un monigote con cinturón de seguridad", pero él lo llevaba puesto.

"¿Y el copiloto?", preguntó el del seguro. "¿Pero qué copiloto si voy yo so...?", contestó el tuitero. "Entonces me doy cuenta. Cuelgo el teléfono sin mediar palabra. Le pongo el cinturón al saco de mangos y vuelvo a casa en silencio".

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