Esta mujer de Brisbane, Australia, no vivió el mejor desayuno de su vida este martes, pues al ir a prepararse unas tostadas se encontró a una serpiente negra de vientre rojo en su encimera.

Tal y como contó a los medios, el reptil podría haberse colado en su casa cuando salió a correr y se dejó la puerta abierta. Al volver, la mujer se acercó a la tostadora y vio cómo asomaba la cabeza una serpiente.

A la afectada se le erizó el vello, pues el animal se encontraba a pocos centímetros de su mano. Pero rápidamente llamó a Cazadores y Reubicadores de Serpientes del Norte de Brisbane para que la ayudaran con su problema.

"La mujer estaba bastante tranquila cuando llegué. Sabía que debía mantenerse alejada y no intentar solucionarlo ella misma", aseguró Steven Brown, propietario de la asociación. Y es que, tal y como apuntó en un post de Facebook, una mordedura de una serpiente negra de vientre rojo puede tener graves consecuencias.

El veneno inoculado de este reptil puede ser doloroso, puede provocar una grave angustia y puede hacer que se coagule la sangre, desembocando en hinchazones o daños en los músculos.

"Puede que los ciudadanos de Australia vean a esta especie más a menudo, pues han aumentado sus fuentes de alimento", comentó Brown a The Daily Mail. También aclaró que, aunque muchas de estas son pequeñas, de unos 80 centímetros, pueden ser igual de peligrosas que otras más grandes.