Elena Selkova, concejala del distrito de Cheryomushki, en Moscú (Rusia), descubrió que el contrato que debía firmar para reemplazar el ascensor de un complejo de apartamentos estaba escrito con tinta invisible, tal y como comunicó ella misma a través de las redes sociales.
La mujer se disponía a firmar un contrato en el que fijaba un precio de 2.659.995 rublos (alrededor de 32.797 euros) para realizar el cambio de ascensor en un edificio de doce pisos. Sin embargo, descubrió a tiempo que iba a ser engañada cuando comprobó que la tinta del bolígrafo que usó podía borrarse.
Selkova demostró en un vídeo que compartió que si acercaba un mechero a la parte inferior del contrato, donde se encontraba escrito el precio, la cantidad desaparecía, quedándose este hueco completamente en blanco. De este modo, se podría inflar después el precio en más de 4.000 euros.
En el post, la concejala explica que el documento estaba firmado por todos los miembros de la comisión antes de que tuviera lugar la reunión. Así, quiso dejar constancia de lo ocurrido y advirtió sobre la importancia de que los miembros del gobierno local actúen de manera independiente. Precisamente, el pasado año, algunos políticos fueron acusados de haber falsificado numerosas firmas.
Comentarios