Con un pie en Asia y otro en Europa, Estambul es una joya no solo por su historia y monumentos, sino también por su deliciosa gastronomía. Sabores frescos mezclados con especias como el eneldo, el romero o el jengibre conforman platos que son un verdadero lujo para el paladar. En esta urbe de más de 15 millones de habitantes se esconden auténticos tesoros gastronómicos, pequeños locales en los que degustar la mejor comida tradicional turca.
Entre todas ellas destaca una tienda en particular, un lugar donde los pasteles tradicionales de la cocina turca son los protagonistas. Hablamos de Hafiz Mustafá 1864, una de las tiendas de dulces más antiguas de Turquía. Es una cadena de pastelería con varios locales en la ciudad, que ofrece una importante variedad de dulces turcos para tomar con el típico té o café de este país, que también preparan tras sus puertas.
Con más de 150 años de historia, esta confitería se ha ganado el corazón de locales y turistas, coronándose como una de las mejores teterías de todo Estambul. Sus postres se caracterizan por ser frescos y sabrosos, ya que se producen en el mismo día, para garantizar que se obtenga la mejor calidad en el sabor de cada dulce.
De entre su gran variedad de tartas y dulces, el baklava es, sin duda, el más solicitado. Se trata de una delicia turca a base de pistachos, nueces y miel, entre otros ingredientes de primera calidad que la convierten en uno de los postres más deliciosos del mundo.
Todos los postres están cocinados por auténticos pasteleros turcos, utilizando recetas e ingredientes tradicionales del país. A los clásicos baklavas se unen puddings de diferentes sabores, delicias turcas, tartas de todo tipo y una enorme variedad de bebidas calientes y frías para acompañar este dulce festín.
Dulces ideales para un suvenir
Hafiz Mustafá 1864 es una parada casi obligatoria si visitas Estambul, sobre todo si quieres impregnarte de la gastronomía local en un ambiente muy especial. Su decoración es exquisita, y da el toque final a la experiencia.
Aunque los precios son algo más elevados que los que se pueden encontrar en otras pastelerías, la calidad de sus ingredientes hace que merezca la pena, según sus clientes. No solo eso. Además, las creaciones de sus pasteleros son ideales para llevartelas en una caja y hacer de ellas el mejor souvenir imaginable de tu viaje a Turquía.
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