Tapas gratis, una tradición en riesgo de desaparición: "Se pueden hacer rentables aumentando el precio de la consumición"

Salir de tapas, ir de 'tapeo', tomar pinchos, tomar el aperitivo, pedir unas tapas... A pesar de que la Real Academia Española define en su primera acepción el verbo 'tapear' como la acción de "tomar tapas en bares y tabernas", lo cierto es que en el ideario común salir a tomar unas tapas y todo lo que ello conlleva va mucho más allá. 

Hablar de tapas es hablar de lo que más nos define, de la cultura de bares y de barra, del arte del bebercio acompañado del comercio, de buena compañía y del dejarse sorprender por el pincho del día. De 'la penúltima y nos vamos' y del llegar tarde a comer. Las tapas son cultura. 

Cuenta la leyenda que la tapa nació en el siglo XIII, cuando el rey español Alfonso X el Sabio para paliar los síntomas de su enfermedad comenzó, por prescripción médica, a tomar pequeños sorbos de vino entre horas. Para evitar los efectos del alcohol comía pequeños bocados para acompañar su bebida y echar algo al estómago.

La idea no solo le gustó al entonces rey, sino que terminó conquistando a la sociedad y se quedó como tradición servir pequeñas porciones de comida con las consumiciones.

Tigretostón, la tapa trampantojo que triunfa entre los más pequeños

Según Manuel García Tena, responsable de marketing y comunicación del Grupo El Escondite, "la tapa es un elemento fundamental de la gastronomía española, y la caracteriza alrededor del mundo". Tanto es así que estos pequeños bocados con mucha historia y tradición tienen su propio día homenaje en el calendario. Cada 16 de junio se celebra el Día Mundial de la Tapa. 

Según el responsable de comunicación del Grupo El Escondite, "a pesar de ser un elemento gastronómico, tiene un significado más bien lúdico. 'Tapear' se aleja del significado de comer o alimentarse, para nosotros es una actividad lúdica que une personas, es pasar un buen rato con familiares o amigos a la vez que se disfruta de un aperitivo. Su importancia en nuestro país es tanta que se han creado muchas rutas de tapas por el país, todas ellas con bastante éxito. Reuniendo a muchos turistas que disfrutan de nuestras tradiciones". 

Una tradición en peligro de extinción

La cantidad y calidad de las tapas ha ido evolucionando de un tiempo a esta parte de la misma manera que lo ha hecho la gastronomía, llegando a ofrecer auténticas tapas de autor acompañando cada bebida. 

"Tapear para nosotros es una actividad lúdica que une personas, es pasar un buen rato con familiares o amigos"

Del típico y tradicional cuenco con aceitunas o patatas fritas a imponentes elaboraciones campeonas de concursos de tapas, dependiendo del punto geográfico donde nos encontremos o del establecimiento en concreto, podemos degustar platillos de lo más exquisitos acompañando nuestra bebida. 

"Con el tiempo la calidad de las tapas ha ido variando y se ha ido renovando. Así como la gastronomía se reinventa cada día, las tapas cada vez son más creativas y variadas. Antiguamente, se servían tapas tradicionales, hoy en día la gastronomía ha evolucionado tanto que podemos encontrar toques de otros países en las tapas españolas", asegura García Tena sobre la evolución de estos bocados. 

La cultura del tapeo existe, y algunas ciudades se han convertido en auténticos destinos gastronómicos con las tapas como su principal reclamo. 

El pasado mes de abril el alcalde de Granada hacía un llamamiento a abandonar el hábito de servir tapas gratis con la consumición, desatando la polémica: "El Ayuntamiento no va a promocionar más, por lo menos en lo que dependa de nosotros, las tapas gratis, nunca más", aseguraba Francisco Cuenca durante la entrega de premios del certamen "Saborea sin prisas".

"La calidad de las tapas ha ido variando y se ha ido renovando"

Si bien Andalucía es un claro destino de tapeo, Galicia es otra de las comunidades autónomas que se sitúa en el mapa gastronómico del país por la calidad de su producto y la su cultura de tapas. Durante las pasadas festividades de San Froilán, en Lugo, José López Orozco, el alcalde de la ciudad, animaba a la hostelería a continuar con la tradición ofrecer tapas para que la gente se fuese contenta de la ciudad, poniendo en tela de juicio la decisión de algunos locales de no servir tapa gratis con la consumición durante los festejos. 

Según el responsable de comunicación de El Escondite, "el gasto de la tapa depende mucho del tipo de plato que se sirve".  "No es lo mismo servir una gilda, aceitunas o un plato de patatas, que un plato más elaborado. Dependiendo de esto el gasto puede ser mayor o menor. Aunque consideramos que siempre se puede solventar este gasto y hacerlo rentable aumentando el precio de la consumición". 

"No es lo mismo servir una gilda que un plato más elaborado"

"Respetamos la decisión de cada hostelero de decidir servir o no tapas, pero nos parece triste que se pierda una tradición que caracteriza tanto a nuestro país y que, además, es una seña de identidad para algunas comunidades como Andalucía o Galicia. La tapa es mucho más que un bocado de comida, es tradición, un momento de unión entre amigos y familiares", sentencia García Tena.