En verano de 2018, una foto de Shakira en su Instagram puso en el mapa mundial un restaurante de Barcelona. Aparecía junto a su entonces pareja, Gerard Piqué, con un pequeño texto ("esta noche, noche de cita") y la localización remitía a Blue Spot.
Localizado junto al icónico hotel W de la ciudad Condal y con una terraza que ofrecía unas vistas privilegiadas sobre la costa de Barcelona, efectivamente fue una de las aperturas más mediáticas de aquel lejano verano.
Un restaurante llamado a ser el nuevo sitio donde dejarse ver porque, más allá de sus vistas y oferta gastronómica, había un pequeño detalle que lo hacía singular: los propios Piqué y Shakira figuraban en la lista de socios del negocio.
Buena cocina, ticket no muy alto
Gestionado por Compañía de Lobos y especializado en una cocina de mercado donde los arroces y los pescados a la brasa eran dos de los grandes protagonistas, hay que reconocer que el lugar se alejaba de lo esperable de muchos sitios donde lo importante es que te vean, no lo que haya en la carta en la mesa.
En el perfil de TripAdvisor del restaurante, que todavía está activo, se pueden leer todo tipo de críticas, algunas no muy positivas y unas cuantas quejándose del precio.
Como en otros locales de esta empresa, que gestiona varios restaurantes en Barcelona y Madrid, la verdad es que se comía realmente bien y a un precio que, sin ser económico, no se desbocaba tanto como cabría imaginar por la localización, el ambiente, el nombre de dos de sus famosísimos propietarios o algún que otro famoso que se pasaba por allí.
De hecho, en su momento muchos se referían al lugar como un espacio lujoso y exclusivo, cuando no parecía esa la idea. Es más, el ticket medio era de unos 50 euros.
Cerrado desde marzo de 2020
El caso es que la reciente ruptura de la pareja ha hecho revisar la hemeroteca en busca de cualquier detalle relacionado con la cantante y el futbolista. Y la historia de Blue Spot, claro, merece un lugar destacado.
Y es que este restaurante puede figurar como uno de los contados fracasos de ambos. Al menos de los conocidos. Como a muchos otros restaurantes, sobre todo los situados en las zonas más turísticas, la pandemia golpeó muy fuerte a Blue Spot, que cerró como todos durante el confinamiento. La diferencia es que este no volvió a abrir nunca más.
De hecho, a diferencia de otros locales de Compañía de Lobos, en este caso no se apostó por algún tipo de servicio de delivery, la alternativa que muchos negocios usaron para sobrevivir aquellos duros meses de cierre y durante las restricciones.
Según informó en su momento 'Expansión', más allá de la gestión gastronómica, la propiedad era de la sociedad Logobeach donde participaban Piqué y Shakira junto a otros socios. Los datos de facturación de 2018 hablaban de unos ingresos de 1,9 millones de euros, pero las pérdidas de aquel primer medio año desde la apertura ascendían a casi medio millón de euros.
Si la decisión de no reabrir Blue Spot fue exclusivamente económica (aquel local que ocupaba una planta entera del edificio, no parecía barato), o ya influyeron problemas personales de la pareja, es un detalle que se desconoce.
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