La segunda ciudad más importante de Portugal lo tiene todo: buen vino, buena comida, buen ambiente y unas vistas idílicas frente a la desembocadura del Duero. Oporto, como le ha ocurrido a otras joyas portuguesas, ha crecido mucho, se ha embellecido bastante, pero también está tomada por el turismo. Aún así sigue siendo un destino que nos encanta a los españoles.
La mejor forma de conocer el núcleo urbano de Oporto es paseando. Andar por sus estrechos callejones permite contemplar la colorida arquitectura local, conocer sus plazas y con apenas un poco de suerte, uno puede toparse con alguno de los muchos rincones desde los que se puede ver el mar.
Imposible visitar Oporto sin preguntar por sus vinos, esos que nacen en el Duero portugués y están considerados entre los mejores del mundo. Las bodegas, situadas al otro lado del Duero, son sin duda una parada más que obligada. Sin embargo, no pertenecen a la ciudad: la otra orilla del río es ya Vilanova de Gaia, la ciudad colindante.
Un café y un pastel de 'nata' dicen que es la merienda obligatoria. De su gastronomía hay clásicos que debemos probar: francesinha, la fabada del lugar, tripas a moda do Porto, o cualquier receta que lleve bacalao.
Qué es la 'francesinha'
- Este plato es una especie de sandwich que lleva queso jamón, salchicha, ternera o mortadela y huevo. Una mezcla, que por si fuera poco, va bañada en una salsa cremosa que depende de quién la prepare puede picar bastante o un poco. Sí, es una bomba calórica... pero sabrosísima.
Y por cierto, nada de horarios a la española. Oporto está muy cerca, pero aquí, como en el resto de Portugal, son más "europeos" que nosotros. Lo habitual es comer entre las 12:00 y las 14:00 horas y cenar entre las 19:30 y las 21:30. Hemos seleccionado varios restaurantes auténticos para disfrutar de los platos típicos de Oporto y cuidando el precio.
Café Santiago
Rua de Passos Manuel, 226
Es el lugar más típico de la zona y un clásico entre los locales, dicen en Visa al mundo. Aquí hay que probar la franceshina, que ronda los 11 euros y que se puede compartir y comer entre dos. Eso sí, hay que armarse un poco de paciencia o ir entre horas, ya que el local se llena rápido, recomiendan en Viajeros Callejeros.
Capa Negra II
Rua do Campo Alegre, 191
Local amplio, está especializado en francesinhas. Respecto al anterior, es menos céntrico y es un poco más caro, pero es igual de sabroso y seguro que hay menos cola. Las raciones son abundantes, pero se pueden medias.
Cervejaria Brasao Aliados
Rua de Ramalho Ortigão, 28
Y si tenemos capricho de franceshina y el Santiago está hasta arriba (y el Capa Negra nos queda lejos) podemos probar aquí. Aliados hace otra de las mejores francesinhas de Oporto. Esta cervecería es un local especial, cuentan en Comiviajeros. Son especialistas en carnes.
Taberna San Antonio
Rua das Virtudes, 32
Uno de los restaurantes donde comer comida casera y de calidad a precio barato. Todos los días ofrecen el menú del día por menos de 6€ con porciones abundantes. Arroz con marisco, varios tipos de bacalao, vitela, codillo, etc.
Gazela
Rua de Entreparedes, 8-10
Es uno de los restaurantes favoritos del chef y celebrity Anthony Bourdain. Es un sitio perfecto para pedir algunos de los platos típicos de Oporto y para descubrir otro sandwich, el cachorrinho. Lleva salchicha y queso con salsa picante, dentro de pan mantecoso y crujiente. Lo elaboran desde hace más de medio siglo y los venden como churros.
Lareria
Rua Oliveiras, 8
Buena comida y variada a buen precio. Es un local pequeño y muy concurrido, así que hay que ir pronto para coger sitio. Aquí hay que probar el prego, otro sandwich. Este se hace con carne de res untada en una marinada al ajo, que se hace a la parrilla y se sirve en un papa seco (un panecillo portugués). Hay dos tipos de prego, uno con vinagreta y otro con huevo frito. También puede pedirse sin pan, un prego no prato. El ingrediente clave, dicen, es el ajo.
Pregar
Largo Sao Domingos, 96
Un local en pleno centro donde comer barato y bien. Destacan el carpaccio de bacalao y los pregos, que también aquí es especialidad. El personal, muy amable y rápido, explica todos los platos.
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