¿Qué es la Navidad sin una tabla de quesos y fiambres como entrantes? Muchas veces pensamos en hacer aperitivos muy elaborados, pero también nos olvidamos que lo menos laborioso y sin hacer más que decorar puede conseguir que sea un gran momento de alegría e intercambio de sabores deliciosos: A todo el mundo le encanta la tabla de quesos, puedes charlar mientras disfrutas de pequeños bocados de fantásticas delicias.
Lo mejor es que casi no tienes que cocinar, más que reunir unas deliciosas conservas, unos frutos secos, algunos alimentos frescos y fantásticos quesos y ¡voila! Tanto color y tanto sabor siempre conquista e impresiona a cualquier comensal. El mejor secreto es que sea colorida y acomodar bien los ingredientes.
Puedes preparar algunas mermeladas saludables y rápidas con fruta deshidratada en remojo junto a algunos dátiles, que puedes triturar en unos minutos. Se conserva tres o cuatro días en nevera fantásticamente en un bote bien cerrado.
Ensencial
La base. Importante tener una tabla grande adecuada a tu mesa. Si no tienes, puedes comprar una madera y untarla con algún aceite aromático o lijarle los bordes para darle un toque diferente.
Los quesos. Cuidado con los demasiados olorosos, suelen no gustar a todo el mundo. Sin los de color naranja y los azules, pregunta a tus invitados si hay alguno que no les guste. Una opción divertida es algún queso redondo tipo brie que puedas poner en una cazuelita de barro al horno y lo sirvas caliente. Este puede ser el centro de la tabla. Cortar los quesos en triángulos y ponerlos a manera de zigzag puede quedar muy divertido.
Los fiambres. En una buena tabla siempre hay un buen surtido. Tienes varias versiones de fiambres de aves o de carnes rojas, de pescados ahumados o en conservas, unas buenas sardinillas en aceite son una gran opción, un paté casero también, el salmón marinado es otra excelente, cualquiera de estas opciones siempre son una gran elección.
Las frutas. Elige de colores divertidos, granadas bien rojizas, arándanos con su toque azul oscuro, higos y uvas para los colores violetas. Ponle las que más te gustan, diviértete.
Los frutos secos y galletas. Puedes optar por las nueces, que siempre gustan a todo el mundo, pero los pistachos pueden darle un toque delicioso.
Los encurtidos. Rabanillos, pepinillo, aceitunas o pimientos encurtidos son imprescindibles.
Los verdes. Después de colocar el queso, pon unas hojas de brotes de lechuga o rúcula que darán un toque más colorido.
Tabla de quesos y fiambre
Ingredientes
3-4 cuñas de diferentes quesos, como Brie, queso de cabra, cheddar y queso azul
Fiambres variados, como salami, jamón y/o salmón
Frutos secos variados, como nueces, pistachos, o almendras
Frutas variadas, como granadas, peras, higos, cítricos y/o caqui
Verduras variadas, como alcachofas marinadas, hojas de brotes tiernos o rúcula
Encurtidos
Galletas o pan para untar, como miel, conservas de higos y salsa de arándanos
Elaboración
Coloca los quesos en una tabla grande para servir. Rebana o corta en cubos o triángulos algunos de los quesos, y agrúpalos de forma que no se mezclen los diferentes sabores.
Llena la tabla con las carnes, nueces, frutas, verduras y patés o mermeladas para untar que desee. Agregue las galletas en el exterior del tablero, llenando el espacio vacío. Sirve la tabla de quesos a temperatura ambiente.
Nota. Rebane el queso frío. Mientras el queso aún está frío, corta los quesos duros en rodajas y desmenuza un poco del queso más suave para que los invitados tengan una idea de qué hacer.
Sírvelos a temperatura ambiente. La temperatura ambiente siempre es mejor para una tabla de queso
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