Pocas cosas nos gustan más que comer con las manos, y es que comer un bocadillo, un sándwich, una hamburguesa o un burrito no implica dejar de comer de categoría.
Y si hay un lugar donde podemos encontrar restaurantes donde comer de categoría, eso es la Guía Michelin, que además de sus restaurantes más laureados nos recomienda otros locales para otras opciones de lo más diferentes pero donde comer como auténticos reyes.
Toma nota de los restaurantes que Guía Michelín nos recomienda para ir a comer increíbles bocadillos.
Arallo Taberna
Según la guía roja, este restaurante del centro de Madrid es especialista en romper los moldes con cocina del mar fusionada con técnicas orientales.
"Si hablamos de entrepanes, el Bocadillo de cigalas en pan de cristal crujiente acompañado de rúcula y mayonesa de ajo asado y kimuchi, es digno de probar. Pero, ¡ojo!, se encuentra fuera de carta, no te olvides de preguntar por él", aseguran sobre este lugar.
Fismuler
Los restaurantes de Nino Redruello y Patxi Zumárraga combinan la estética industrial moderna con la gastronomía de vanguardia centrada en el producto.
"Entre las diferentes elaboraciones del día, centradas en la cocina de temporada, podrá degustar (en la Ciudad Condal) su Canapé de gambas y brioche de carrillera con mascarpone y trufa, mientras en Madrid ofrecen un Bocata de oreja brava, para comenzar una comida en su local", aseguran sobre estos restaurantes.
Taberna Recreo
En este local que encontramos de la mano de Pablo Montero y Alejandro Díaz encontramos una taberna clásica con aires modernos.
"Las tapas divertidas, los platos con esencia viajera, la inspiración asiática y la cocina que se come con las manos son la base de una carta llena de color y sabor a la que se le suma un bocadillo que destaca por encima del resto, el Mollete obrador “máximo” con pastrami de picaña, pepinillo, mostaza y manchego", comentan desde la guía roja.
Casa Gerardo
"Fundada en una pequeña parroquia de Prendes (Asturias) en 1882, Casa Gerardo nació como parada de postas para convertirse más adelante en casa de comidas, un legado que hoy día aún lleva a sus espaldas", aseguran desde la guía sobre este restaurante.
Su Bocadillo crujiente de quesos asturianos es un imprescindible si pasamos por Casa Gerardo.
Mont Bar
Este restaurante del centro de Barcelona se ha especializado en una carta de snacks de lo más trabajada y suculenta.
"Cada una de sus elaboraciones esconde en su interior ingredientes y combinaciones de todas las partes del mundo a través de una serie de mini bocados que destacan, sobre todo, por su originalidad. Es el caso de su Canapé de pollo y calamar, un sucedáneo de bocadillo plagado de color y sabor que se come con las manos y se disfruta con todos los sentidos", asegura la propia Guía Michelín.
A Maceta
Ubicado en Santiago de Compostela, se encuentra este restaurante centrado en la calidad del producto y las temporadas, creando una cocina fusión que combina el recetario tradicional con el asiático.
"Además de su menú, en el que trabajan los productos del mar y de la tierra de la zona, cuentan con fueras de carta como su Brioche de chipis fritos, un pequeño bocado para comer con las manos que hace las delicias de los visitantes", confiesan desde la guía.
Canalla Bistró
Se podría decir que este restaurante de Ricard Camarena en Valencia es una de las propuestas más informales del cocinero, donde el clásico pastrami tiene un papel fundamental.
"Junto al Sándwich de pastrami estilo Canalla con pan de cereales, ofrecen otras alternativas como el Sándwich crujiente de paletilla de cordero estilo kebab o su Hamburguesa de vaca gallega, cebolla a la plancha, queso cheddar y mostaza", completan la información en la guía francesa.
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