Albóndigas de brócoli y atún o cómo aprovechar el brécol que ha sobrado o ha quedado muy blando
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El brócoli ya es un clásico del recetario de verduras. Es bonito por fuera y por dentro: tiene un gran valor nutricional por su alto contenido en fibra, vitaminas y minerales. El brócoli o brécol apenas tiene calorías y posee un alto nivel de proteínas. Y todo sin los olores que deja su hermana la coliflor.
Decimos siempre que lo último que hay que hacer con el brócoli es hervirlo mucho. Si lo hacemos así, tendremos algo así como un puré de verdura deforme y sin rastro de sus nutrientes.
Pero puede pasar que nos haya sobrado algo de brócoli (muchos descartan el tronco y se equivocan al hacerlo) o que, efectivamente, nos hayamos pasado con la cocción y tengamos una masa fea que no queremos servir como tal.
En ambos casos podemos usar esos restos para hacer albóndigas. Aquí los mezclamos con cilantro, atún y patata (valdría usar arroz) para conseguir unas bolas ricas y nutritivas.
Albóndigas de brócoli y atún
Ingredientes
Patatas (2 grandes)
Brócoli (250 gr)
Cebolla (1 pequeña)
Ajo (1 o 2 dientes)
Atún (2 latas)
Cilantro fresco
Pan rallado
Huevos (1)
Aceite de oliva
Sal
Elaboración
1- Recuperamos las sobras de brócoli o cocemos los troncos que habíamos descartado junto a las patatas (cortadas en trozos) y un poco de sal. Escurrimos.
2- Picamos cebolla y ajo. Sofreímos.
3- En un bol vamos aplastando patata y brócoli.
4- Añadimos el sofrito y cilantro fresco. Mezclamos bien.
5- Agregamos el atún desmigado. Mezclamos de nuevo.
6- Hacemos bolas del tamaño de una albóndiga y las pasamos por huevo y pan rallado.
7- Las vamos friendo en una sartén con aceite de oliva.
8- Colocamos nuestras albóndigas sobre papel absorbente y servimos.